𝑳𝑨𝑻𝑰𝑵𝑨 ━ Teen Wolf

𝐅𝚰𝐅𝐓𝐘 𝐒𝚰𝐗

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Apagué la alarma con pocas ganas de levantarme, pero tenia que hacerlo. Abrí los ojos tratando de adaptarme a la luz.

Recordatorio: comprarme unas cortinas.

Me levanté y agarré ropa para cambiarme, me puse un jean junto con remera blanca y zapatillas, algo básico y cómodo.

Traté de desayunar lo más rápido que pude, ya que por la tarde nos íbamos a juntar en la casa de Scott para ejecutar el plan que habíamos armado para atrapar al benefactor.

Cuando terminé, agarré las llaves y salí tratando de que Stiles no me escuche, por suerte Noah estaba en la comisaria.

Dejé el auto en la parte trasera de la casa, cosa de que no lo vean, bajé del auto y me dirigí hacia mi antigua casa.

Hoy supuestamente venía la señora de ayer, que sinceramente no sé quién era pero venia por la orden de búsqueda sobre Nicolas.

Y si esa señora llega a ver todas las armas me voy a meter en problemas.

Entré y como siempre todo lleno de polvo.

Fui a buscar el bolso, revisé que esté todo y arriba de las armas puse algo de ropa para ocultarlo.

Una vez todo listo, bajé rápidamente y antes de irme decidí hacer una limpieza en toda la casa.

Mi vista se fijó hacia la pizarra donde estaba toda la información sobre Nicolas.

Sentía como en cada parte de mi cuerpo se apoderaba todo el enojo que llevaba acumulada.

No puedo entender como no lo pude atrapar, tampoco apareció, simplemente se borró. Nunca entendí su motivo de porque lo hizo. Pero cada vez se hacía más difícil encontrarlo.

¿Por qué la mató? ¿Cuál fue su propósito? ¿A mí también me quiso matar y no tuvo la oportunidad? ¿Volverá para hacerlo? ¿Se arriesgará a volver? ¿Valía la pena seguir con la búsqueda?

Muchas preguntas con pocas respuestas.

Una la tenia clara. Quería venganza.

Agarré todos los papeles que habían en la pizarra y los rompí tirándolos por el piso con bronca.

Traté de regular mi respiración.

Cuando me tranquilicé, agarré todos los papeles y los guarde en el bolso, claramente no los iba a tirar, muchos meses buscando información, no la voy a desaprovechar. Nuevamente arriba de las armas y ahora los papeles puse la ropa y cerré el bolso.

Salí por la parte trasera de la casa, salté una valla que había y me dirigí hacia el auto.

No iba a ser boluda de quedarme limpiando con el bolso ahí en mi casa porque si venia la mina lo iba a ver.

Dejé el bolso en el baúl, volví a la casa y ahora si me dediqué a limpiar y ordenar todo.

Después de una hora había terminado y sin que nadie haya llegado, guardé todas las cosas de limpieza para ya irme.

Abrí la puerta y para mi sorpresa estaba la señora de ayer apunto de tocar la puerta.

— Que bueno que se encuentre acá, señorita Gonzáles. Acá esta su orden — dijo extendiéndome una papel. Lo agarré y examiné lo que decía.

Sin importarle nada, la señora entró sin permiso junto con veinte hombres más.

— Si, pasa tranqui — dije para mí misma irónica.