ꜝꜞ ᳝ ࣪ % › ࣪ ˖ ⌕ UNSTOPPABLE
𖥦 ٭࣭ ャ › 🦉
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Durante toda su vida, Circe ha
tenido un desempeño académico
muy envidiable, llegando a competir
incluso con Lydia Martin.
Pero un año, se ve envuelta
en un lío sobrenatura...
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Luego del accidente del miércoles por la noche, en el cual casi morimos todos. Papá se había enterado de esto debido a que la policía llego el jueves por la mañana a tomar mis declaraciones nuevamente.
La secundaria de Beacon Hills había cerrado sus puertas durante dos días seguidos para intentar calmar a sus alumnos y profesores. Esto en mi caso, claramente no funcionó.
Tenía a papá a mi lado 24/7 queriendo saber si me encontraba bien, incluso quiso llevarme con un psicólogo debido a que me negaba a hablar sobre esa noche. Y no es que no se lo quisiera contar, simplemente volver a hablar del tema hace que me ponga nerviosa a un nivel extremo.
El domingo por la noche, luego de cenar con papá, vimos un par de películas en la sala hasta que sentí como se quedó dormido. Yo estaba recostada en su pecho, así que con cuidado quite su brazo de mis hombros para levantarme del sofá. Cuando lo miré me di cuenta de que se encontraba profundamente dormido.
Con una de las mantas que había puesto sobre mis piernas, lo cubrí lo más que pude. Sabía que no se iba a levantar del lugar ya que no era incomodo, de hecho era un sofá bastante grande.
De vuelta en mi habitación me asesoré de tener todo listo para mañana, mi mochila se encontraba en la silla de mi escritorio, mi ropa estaba perfectamente colgada en la perilla de la puerta de mi armario. Scott estaba en la ventana de mi balcón...
¿Scott estaba en la ventana de mi balcón?
—¿Que diablos haces aquí?—pregunté cuando abrí las puertas de este.
—Stiles quiere ir al bosque a hacer algo, y dijo que viniera por ti—explicó con una sonrisa.
Rápidamente moví mi cabeza a ambos lados negando.
—No, no y no. Al bosque no pienso volver—lo señalé con el dedo.
—Por favor. Stiles nos quiere ahí a ambos—volvió a pedir.
—Pues llamaré a Stiles y le diré que estoy terriblemente enferma—cuando iba a sacar mi celular, Scott sacó el suyo del bolsillo.
—Esa mentira dejé de creerla a los once años, Cass—en el identificador de llamadas se encontraba el nombre de Stiles.
Suspiré resignada. Podría ser muy inteligente académicamente, pero cuando se trataba de Stiles, él iba cinco pasos adelantados si se trataba de astucia.
—Tú, eres un muy mal amigo—señalé a Scott—Y tú—tomé el celular entre mis manos—Si algo nos vuelve a pasar. Vas a pagar todas mis citas al psicólogo, ¿está claro?
—Mensaje recibido. Los paso a recoger—fue lo último que dijo antes de colgar.
ೋ📚❀๑
No estábamos en la Reserva del condado, realmente no sabía dónde estábamos, simplemente me había dejado arrastrar por mis mejores amigos. Antes de salir de casa me coloqué un abrigo lo suficientemente caliente y me calcé un par de zapatos deportivos. No volvería a arruinar otros tacones en el bosque.
