Parte 4

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Jimin tardó un poco en acostumbrarse a que ahora ya no compartía habitación con los demás esclavos, si no que tenía la suya propia junto a la de Jungkook.

Ahora su comida era de calidad al igual que la de los integrantes de la familia, y a pesar de que nunca pensó aplicar sus habilidades de etiqueta, ahora lo hacía, pues comía en la mesa junto a los Jeon.

Jungkook, cada día lo sorprendía de distintas maneras. Planeaba citas dentro de la mansión, en el jardín, incluso una vez lo llevó a un sauna que no siquiera sabía que estaba allí.

La biblioteca ya no solo era para leer y escribir. Habían tomado la merienda allí e incluso a la hora de la siesta, Jungkook había preparado para él un bonito espacio entre un par de estanterías, dónde había llenado de almohadones y mantas para abrigarse del frío.

La manera en que se enamoraba cada vez más era indescriptible, pero maravillosa.

Aprovechando sus habilidades manuales, Jimin había recibido un montón de rosas hechas a mano con  papeles tan bonitos que nunca antes había visto.

Los poemas que le había dedicado, escritos con su hermosa caligrafía, se encontraban adornando las paredes de su nueva habitación.

Cada mañana, el que despertaba primero se pasaba a la habitación contraria, y se dedicaban un largo rato a solo observarse los rostros. Pues aunque solo quedaban dos meses, el "esclavo" debía ser mayor.

Jungkook se sentó en su mesa en la biblioteca y Jimin se sentó frente a él, como habitualmente lo hacía.

- Hoy leeré algo diferente. -afirmó el pelinegro, y Jimin le escuchó atento.

La historia era romántica como las anteriores, pero comenzó a tornarse un tanto más... Íntima...

" - ¡Ah! -gimió el menor, cuando sintió su mano allí."

Jimin se sonrojó al escucharle leer, pues la lectura de Jungkook era excelente, e interpretaba cada signo como debía ser. Aquel gemido, era parte de la lectura, pero sin dudas había provocado algo nuevo en él.

"- Tranquilo, lo haré con cuidado, ¿Está bien?" Leyó con voz profunda y un tanto grave.

" - ¡Ah! ¡Es ahí, justo ahí! " Exclamó con la voz más aguda y un tanto agitada.

Jimin no quería aceptarlo, pero aquella lectura lo estaba excitando. Y Jungkook, era bueno interpretando a ambos personajes.

Y de un momento a otro los imaginó a ellos dos... Él arrodillado en la cama y Jungkook detrás de él ¡Dios, que tentador!

- Lo siento. -dijo Jimin, desviando la mirada.

- ¿Qué ocurre? -cuestionó Jungkook, aclarandose la garganta.- ¿No te gusta? Quizás es muy explícito, o ¿Me falta práctica de lectura?

- ¡Oh no! No es eso, es que...

Jungkook ya sabía lo que pasaba, Jimin ya no podía ocultar su sonrojo y la tensión era palpable.

Y por supuesto que Jimin no era el único que se encontraba comprometido, pues llevaban seis meses como pareja y ni siquiera se habían besado.

Jungkook se puso de pie, y caminó hasta la puerta, Jimin por su parte se asustó de que se hubiera ofendido.

Pero solo cuando la luz se apagó, se percató del tiempo que habían pasado allí adentro, pues ya era de noche y habían quedado completamente a oscuras. No obstante, cierto sonido le llamó la atención, y su corazón comenzó a latir desbocado.

Jungkook había trancado la puerta.

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Esclavo [KM]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant