capítulo 22.

262 36 2
                                    

Se quita el saco y afloja la corbata. Dirige su mirada a su esposo y arruga el ceño.

Deben arreglar sus problemas.

Recuerda las palabras de su amigo. Inhala y exhala para darse valor a sí mismo y abre la boca para llamar a su pareja.

―Zhanghao.

Hanbin rasca su nuca con nerviosismo. El peliazul está dándole la espalda mientras se viste; hasta ahora lleva solo su pantalón de vestir y sus medias negras puestos.

Ve como sus hombros se alzan y se relajan; había dado un suspiro. Gira revelando su pecho descubierto y su expresión apenada.

―¿Qué ocurre?

Le ha dirigido la palabra por primera vez en dos días.

Quería que hablemos, pero tenía vergüenza...

―Hablemos.―Pide acercándose a él.

Zhanghao asiente suavemente, y su timidez es notoria para su esposo.

Quería que hablemos, pero el enojo me cegó...

Hanbin lo mira a los ojos.―Perdóname, por todo lo que te dije, Zhanghao. No quise hacerte sentir mal, ni quise que te molestaras conmigo.―Aprieta los labios.―Sabes que estas fechas me suelo poner sensible, realmente lo siento...

Pudo ver la pena pasar por los ojitos marrones del menor. Una pena, una vergüenza y una timidez que se mezclaron con el color de su iris marrón.

―Está bien.―Pasa saliva y desvía la mirada.―Te entiendo, yo... Te perdono.―Vuelve su mirada a Hanbin.―También debo pedir disculpas. No debí decir todo eso, no controlé mi boca. Perdón.

―Te perdono, también.―Sus manos toscas toman con suavidad sus ante-brazos desnudos y lo atrae un poco hacia él.―¿Y Zhanghao?

―¿Si...?

―No dejemos de hablarnos así, debemos arreglar nuestros problemas, no dejar de hablarnos es...

―Inmaduro.―Completa la oración, cabizbajo.―Sí.―Asiente.―No hay que hacerlo más.

Hanbin sonríe un poco y se inclina para depositar un besito en su frente.

―Me parece perfecto. ¿Es una promesa?

Zhanghao suelta una leve risa.―Sí, lo es. Lo prometo.

―Entonces yo también.―Asiente con una sonrisa aniñada.―Lo prometo.

Zhanghao se estira un poco y besa sus labios, tan solo un piquito. Pero suficiente para sonrojar a Hanbin.

―Vamos a dormir.

Al fin hicieron las paces.

✹✹✹

―¡Llegaremos tarde!―Ren exclama corriendo por el pasillo.

―¡No me grites, soy sensible!―Responde Luhan tras su hermano.

Zhanghao retiene la carcajada que quiso abandonar su garganta cuando vio a los niños salir corriendo frente a su habitación.

Otra vez se habían levantado tarde, pero Hanbin ya se está ocupando de la cocina. Mientras Zhanghao se cambia, él prepara el desayuno para los seis.

―¡Eunchae baja a comer, ya están aquí tus hermanos!―Escucha gritar a Hanbin.

―¡Ya voy!

Eunchae pasa rápidamente frente a su habitación, como los gemelos hicieron, para bajar por las escaleras momentos después.

cenizas de un amor ✧ haobinWhere stories live. Discover now