capítulo 17.

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―¿Ya estás listo?―Acarició la mejilla de Ren.

―Sip.

Luhan a su lado frunció el entrecejo con celos. Acercó su cabeza a la mano de Zhanghao para obtener caricias como su hermano gemelo. El peliazul sonrió con ternura.

―Parecen cachorros.

Mam-

―¿Ya están listos, niños?

Los tres voltearon a ver al hombre que apareció de la nada. Zhanghao puso una mano en su pecho por el susto.

Ren casi me dice mamá frente a Hanbin, eso estuvo cerca... Rascó su nuca para disimular sus nervios.

Hanbin apareció acomodando la corbata negra en el cuello de su camisa blanca. Hoy iría más formal que otros días porque tenía una reunión importante con Jiwoong y uno de sus más relevantes socios.

Como siempre, Hanbin era la mano derecha de Jiwoong en la empresa.

―Que guapos mis hijos.―Habló con voz aniñada el mayor de lentes.

Los niños arrugaron sus narices. El peliazul los miró con adoración, amaba cuando su esposo era cariñoso con los niños. Era de las pocas veces que mostraba su faceta amorosa, ni con él la mostraba tan abiertamente.

―Que empalagoso, papi.―Dijo Ren, pero aún así se aferró a una de sus piernas con una sonrisa.

Luhan hizo lo mismo que su hermano pero en la otra pierna.―Confirmo.

Hanbin negó divertido, ambos adultos sonrieron con ternura.

―¡Vamos a llegar tarde, papá!―Se quejó Eunchae con los brazos cruzados, Jeongsan detrás de ella asintió de acuerdo.

―Está bien, vamos, el señor Wang los debe estar esperando.

✹✹✹

Zhanghao dejó un beso en sus labios, y se separó.

―Te noto distante, ¿Todo está bien?―Hanbin preguntó preocupado.

Ha estado sonriendo de esa forma desde la mañana, como si realmente estuviera fingiendo estar contento, pensó Hanbin.

Zhanghao sabía ocultar sus sentimientos, pero había algo que nunca podría disimular, y eso era su sonrisa.

Si él no sonreía genuinamente sus ojos no se hacían dos finas líneas ni sus pómulos se alzaban, al contrario, la sonrisa no llegaba a sus ojos si era fingida, por lo que Hanbin podía saber cuando mostraba una sonrisa social o una verdadera.

―No es nada...

―Te conozco, no me mientas.―Apretó su cintura con cuidado, mirándolo fijamente.

Hanbin no demostraba su cariño hacia Zhanghao con besos, abrazos o palabras empalagosas, -solo con sus hijos- pero él demostraba su interés a través de sus cuidados. Eso lo sabía bien el peliazul.

Suspiró bajando los hombros.―No tuve una buena noche de sueño, estoy cansado, es todo.

Era mentira.

El peli-negro lo miró unos momentos y asintió poco convencido.―Bien, ya tengo que ir a la reunión con Jiwoong...―Acarició su cintura sobre la camisa que el peliazul llevaba y le sonrió un poco.―Te veo luego.―Retiró sus manos finalmente.

―Sí.

Vio a su esposo entrar a la oficina de Jiwoong.

Zhanghao suspiró detrás del escritorio, era muy temprano para estar tan agobiado puesto que aún no llegaba el que sería su martirio desde hoy en día.

Ambos altos hombres salieron, Jiwoong se acercó a él con una expresión seria.

―Hao, si Gunwook está aquí antes de que yo termine la reunión atiendelo, y que espere en mi oficina, ¿Bien?

Ese día llegaría Gunwook.

Nerviosismo no podía ser lo único que hacía temblar su corazón. Era angustia, nostalgia y viejos rencores que junto al nerviosismo lo tenían mal, pero como siempre, podía ocultarlo y fingir que lo tiene bajo control hasta que realmente sepa como manejar sus sentimientos.

Zhanghao era complicado, su pasado lo hizo complicado.

―Entendido.

Jiwoong asintió y junto a Hanbin se dirigieron a la sala de reuniones.

✹✹✹

Haewon le tendió un café junto a un panecillo, pues era su bocadillo favorito.

―Ten, te ves pésimo ahora que no estás fingiendo.

Zhanghao la miró molesto pero luego se relajó y tapó su rostro.

―No es justo si me sigues hasta los baños. Me atrapaste.―Giró la verla.

Ella se alzó de hombros.―Te atrape mientras creías que nadie te veía.

Haewon se había escabullido a los baños de hombres cuando vio al peliazul entrar ahí. Lo encontró con una expresión triste y los labios hacia abajo mientras se veía al espejo. Zhanghao creía que estaba solo y por ello se quito aquella máscara de tranquilidad un momento, y ahí fue donde Haewon lo atrapó.

―Bien, ahora tengo que volver a trabajar.

―Nada, ahora mismo me dirás qué pasa, Zhanghao.

El peliazul abrió la boca para quejarse pero las palabras se atoraron en su garganta pues fue interrumpido por quien menos esperaba.

―Hola.

Esa voz...

Esa maldita voz que tantos recuerdos le trae. Esa misma voz estaba sus espaldas. Tan solo necesitaba girar para poder verlo...

"Me gustas hyung"

"Seremos una familia"

"Estaremos siempre juntos"

"¿Te marchas?"

"¡No puedes dejarme en este estado!"

"Adiós hyung..."

―G-Gunwook...―Susurró.

Pudo jurar que ese simple saludo lo hizo recordar esa etapa de su vida que lo terminó por romper. Cuando la muerte de sus padres y los maltratos psicológicos no fueron suficientes, llegó él para romperlo aún más.

Su amor lo derribó.

―Hola.. Zhanghao.

Supo que no estaba listo para eso cuando Haewon lo tomó del antebrazo para que no cayera.

Tragó grueso y recobró la postura mientras tocaba con estrés su cabello.

Una sonrisa de las más falsas surcó sus labios y finalmente giró para encarar al hombre de cabellos rojos como el fuego.

Estaba bien... No lo estaba.

―Gunwook, tanto tiempo.

Haewon presenció todo con una preocupación que solo crecía más y más.

✹✹✹

¡gracias por leer!

cenizas de un amor ✧ haobinWhere stories live. Discover now