cenizas de un amor ✧ haobin

capítulo 19.

―Hanbin...

Zhanghao coloca una mano en su hombro y se sienta a su lado.

Los niños no están, habían salido a pasear con su tía abuela y volverán por la noche. Tienen ese momento para ellos dos solos.

―Oh, despertaste.―Se quito los lentes.―¿Dormiste bien?―Pregunto preocupado sabiendo los problemas de sueño de su pareja, pues él era quien calmaba sus pesadillas y ataques de panico, pero sin saber las causas.

Zhanghao asiente.―Muy bien.

El peliazul estuvo tomando una siesta pues esos días no había logrado dormir muy bien desde el regreso de Gunwook, así que aprovechó el silencio de la gran casa para dormir. Se había levantado de su pequeña siesta para encontrar a Hanbin en el sillón de la sala, solo y con las luces apagadas más que una pequeña lampara a su lado.

Todo casi a oscuras pues ya está anocheciendo, de seguro los niños ya llegarán.

―Dormiste poco.

El menor alzó una ceja.―¿De que hablas? Dormí cuatro horas, desde las dos hasta ahora que son casi las siete.

Hanbin pareció sorprendido por la información. Carraspeó un poco viendo el álbum de fotos entre sus manos.

―Supongo que se me fue la hora...

Zhanghao también bajó la mirada hacia el álbum de fotos familiar. Sonrió un poco al recordar lo mucho que Hanbin ama a su familia, por lo que encontrarlo ahora recordando con fotos de la infancia de sus hijos, no le sorprendía.

Lo que borró esa pequeña sonrisa fue el baúl celeste al lado contrario de los pies de Hanbin. Casi escondido de su vista, no era un baúl muy grande pero sí muy característico. Sabía que contenía dentro.

Las pertenencias de Hyejin.

―¿Tu... estás bien?

Su mano que descansaba en el hombro de Hanbin se retiró para colocarse en su mejilla.

Él lo miró y le mostró una sonrisa sin ganas.―Lo estoy, ¿Porqué lo preguntas?

―No lo estás, te conozco de años, y te veo desanimado...

Sus cejas se arquean y una expresión de preocupación llena su rostro cuando Hanbin niega con la cabeza mientras alza los hombros y no se atreve a verlo a los ojos.

―Siempre me has contado tus problemas, y siempre te he escuchado, ¿Ya no confias en mí?―Habla con suavidad.

Él asiente.―Sí confío, lo hago.―Dice honestamente.―Solo que...―Presiona sus labios callándose a si mismo.

Los ojos marrones del menor ojean el álbum de fotos en las manos contrarias, y luego mira el baúl donde están las pertenencias de la fallecida ex-esposa de Hanbin.

Ahora lo tiene claro.

Zhanghao retira su mano de la mejilla contraria, lo que provoca que Hanbin voltee a verlo y conecten sus miradas. El peliazul exhala casi como en un suspiro.

―Se acerca el aniversario de Hyejin, ¿No es así?

Hanbin asintió bajando la mirada. Zhanghao pasa a acariciar sus cabellos marrones.

Hanbin se coloca serio y melancólico en esas fechas. Pasa más tiempo solo, sale a dar paseos por el vecindario por su cuenta, o como ahora, abre el álbum de fotos familiar para recordar un momento en su soledad.

Zhanghao sabe que eso no es sano, pensó que ya había dejado esa conductas pero al parecer se equivocó.

Se quedan en silencio un momento hasta que Zhanghao habla.

―Hanbin... ¿No has pensado en deshacerte de ese baúl?―Pregunta con cautela.

Hanbin vuelve a mirarlo.―¿Porqué? No tendría donde colocar su contenido.

―No me refiero a eso...

―¿A qué te refieres?

Zhanghao suspira.―Me refiero a que por fin te despidas del pasado. Conservando sus ropas solo te haces daño.

Hanbin niega.―Son para recordarla... Aparte esa decisión es mía, no tuya.―Se vuelve a colocar los lentes.

Zhanghao retira la mano de su cabello. Se miran.―Pensé que lo habías superado, Hanbin. Me dijiste que lo habías superado, por eso acepté casarme contigo.

―Sí lo he superado solo... Solo no lo entenderías.―Cierra el álbum de fotos y lo coloca bajo su brazo para levantarse.

Zhanghao detiene su muñeca.―No es sano, Hanbin. Ni para ti ni para los niños, y yo sé que lo sabes.

―No lo entenderías. Por favor suéltame.―Habla tratando de calmar su molestia.―No es el mejor momento para hablar.

―Yo también perdí a mis padres si se te olvida, Sung. Entiendo perder a quienes amas.―Se levanta quedando detrás de Hanbin, quien no voltea a verlo.―Lo que no entiendo es que hagas este tipo de cosas.

―¿Qué cosas?―Gira su cuerpo para encararlo.

―Conservar eso.―Señala el baúl.―Ya debes deshacerte de él y de tus actitudes poco sanas.

Hanbin llena su rostro con una expresión enfadada.―Ya no quiero seguir hablando, Zhanghao.―Pretende alejarse.

El peliazul peina con sus dedos su cabello para atrás, frustrado.―Son solo ropas, superalo ya. Murió hace años, es hora que te olvides de tu pasado y sigas adelante.―Se expresó con la molestia hablando por él.

Hanbin detuvo sus pasos.―No puedes hablar de ello tan a la ligera Zhanghao, debes respetar.―Dice con la mandíbula tensa.

Está molesto, tan o más molesto que Zhanghao.

Se miran, mantienen el ceño fruncido en sus rostros y el corazón latiendo con fuerza. Estaban molestos, nunca habían discutido sobre ese tema.

―Pensé que lo habías superado.―Relaja su expresión.

―Necesito tiempo.

Hanbin se hiere a si mismo.

―¿Porqué no me miras?

El mayor no dice nada, Zhanghao empieza a irritarse otra vez.

―¿Tampoco piensas hablarme?―Pone una mano en su hombro.

―No sé que decir, Zhanghao ya deja de insistir.―Lucía decaído.

Me recuerda a mí cuando perdí a mis padres, piensa el peliazul.

Sus padres... Él pudo digerir su muerte años después cuando pudo entender que mientras más lloraba por ellos menos lograba, ellos no volverían jamás a sacarlo de su miseria. Aprendió a las malas a aceptar los malos sentimientos, o al menos a taparlos por un tiempo.

Por eso finge.

―Deberias aprender a manejar tus emociones y a entender que los muertos, muertos están.

―Zhanghao...

El menor rápidamente se da cuenta de sus crueles palabras y tapa su boca, lágrimas se quieren acumular en sus ojos cuando ve el rostro molesto y triste de Hanbin.

―No quise decirlo de esa forma.―Se quiere acercar a él.― Lo siento... Hanbin-

―Quiero estar solo, ¿Puedes respetar mínimo eso?―Pide evitando su tacto y mirada.―Hablaremos luego.

Zhanghao asiente derrotado, conteniendo las lágrimas y se va.

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Ahora comienza el show después de los recuerdos, tomen asiento y disfruten ;-)