yo seria tu amor

Capítulo 18 : No me defraudes.

Will frunció el ceño, sintiendo un suave roce en su mejilla. Se sentía bastante bien, e inconscientemente buscó el toque. Cuando escuchó una risa descorazonada, arrugó los ojos un poco más, sin querer abrirlos.

Le dolía el cuerpo y su mente latía incesantemente. No quería levantarse y practicar lo que había en el menú del día.

“Vamos, dormilón, tenemos que irnos…” murmuró Steve en el oído de Will.

“No”, dijo Will, poniendo su mano sobre su rostro para cubrir sus ojos,

“No estoy bromeando. Si no nos presentamos en menos de 20, tu hermana me va a matar, ya dormiste la siesta, vamos…”, respondió.

El chico abrió su ojo izquierdo y vio que su novio hablaba en serio. Se incorporó al sofá.

“Lo sé, lo sé”, dijo Will. “Es solo que estoy muy cansada esta semana. He estado entrenando y entrenando, y por alguna razón, me duelen todas las extremidades a pesar de que no estoy moviendo peso”. Murmuró para sí mismo antes de continuar, “Estoy exhausto…”

Steve frunció los labios. “Haría cualquier cosa para evitarte todo esto”, dijo.

Will miró a su novio y le dio un beso en los labios. “Lo sé, lo bueno es que al menos estoy progresando, especialmente con la parte de levitar”, dijo.

“Es bueno saberlo. Solo asegúrate de ceñirte a objetos de metal y no a jarrones”, dijo Steve, levantando una ceja.

Will miró a Steve con una expresión de disculpa. “Lo siento…” dijo en un tono suave tratando de fingir inocencia,” en mi defensa, no sabía que no lo atraparía. Y no pensé que tú te darías cuenta.

Steve se rió. “Oh, ¿entonces esa es tu excusa? Cariño, vamos. El jarrón estaba literalmente en el pasillo. No hay posibilidad de que yo no… ¿por qué me miras así?” preguntó, notando la expresión de Will.

“Me llamaste bebé”, respondió Will.

“Oh, quiero decir…” Steve tartamudeó, tropezando con sus propias palabras mientras se rascaba la cabeza. “Supongo que se me escapó. Yo no estaba…”

“¡Steve! Está bien. Me gusta”, Will sonrió.

“Bien”, dijo Steve, inclinándose para besar a Will. “Ahora levántate. Tenemos que irnos”. Will asintió y unos minutos más tarde se dirigían a casa de Hopper. “Nunca respondiste, ya sabes” comenzó Steve, apagando la música para escuchar a Will.

“¿Acerca de?” preguntó Will, mirando por la ventana.

“Los recuerdos que estás usando, ya sabes, para…” Steve se apagó, extendiendo su mano en el aire.

La expresión de Will cambió, y Steve se dio cuenta de que estaba sumido en sus pensamientos. “Oh, bueno, soy yo, Steve. Eso significa que tengo recuerdos para elegir, para hacerme enojar, pero sobre todo uso los de mi padre, supongo…”

Steve se tensó ante la mención de Lonnie . “Oh, ¿por qué ellos?” preguntó, tratando de mantener su voz tranquila.

“Yo… últimamente he estado pensando en eso, en él, en lo que solía decirme cuando era más joven y no sé…” Will se humedeció los labios y volteó a ver a su novio. “Como al final, tenía razón, sabes que soy un hada”.

Steve hizo una mueca ante el insulto. “¿Y?” preguntó Will, su voz teñida de curiosidad. “De verdad, sí, eres queer, ¿y qué? No es como si fuera lo único que eres…”

Steve respiró hondo, tratando de encontrar las palabras adecuadas. “Eres valiente, inteligente, creativo y un buen hijo, un hermano maravilloso y un amigo increíble, y eres un novio increíble, mi novio increíble. Y eso nadie te lo puede quitar. Eres todo lo que él nunca podría ser, porque él nunca va a lograr lo que tú ya tienes. Y créeme, palabras como esa con el tiempo pierden su poder…” finalizó con la voz quebrada por la emoción.