P R E F A C I O

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Actualidad.



Cerró los ojos durante unos minutos al sentir el cansancio comenzar adueñarse de su cuerpo. Había viajado durante varias horas y a pesar de que lo hizo en avión, el cambio de horario todavía seguía afectando su rutina de sobre manera.
No le gustaba tener que lidiar con el cambio de horario, pero era su obligación ante la demanda de la productora donde prestaba su talento.

La oportunidad de mostrar su talento se dió como una sorpresa inesperada, todo gracias a un suceso que recordaba a la perfección, pero pretendía olvidarlo para no tener que sentir de nuevo la rabia acumulada por cada centímetro de su cuerpo.

—Entonces, Dan... —se detuvo por unos segundos y negó con la cabeza, tratando de no perder de vista el camino—. Disculpa, se me olvida que ya tienes un nombre artístico —dijo con sinceridad y un poco de vergüenza en su tono de voz.

—Tranquilo, tú me conoces desde que inicie mi carrera, no tengo problema con que me llames por mi nombre —miró en dirección a la ventana para enfocarse en la carretera.

Deseaba recordar un poco de la ciudad que dejó atrás, pero por su estructura y la forma en la que la veía ahora desde la parte trasera de un automóvil lujoso, su perspectiva era diferente. La ciudad se veía común, ya no era tan grande a como la recordaba, todo parecía estar a su alcance y muy cerca de él, como si su posición económica tuviera repercusión en ese tipo de cosas tan insignificantes.

— ¿Qué te gustaría hacer ahora que estás de vuelta? Hace bastantes años que no veníamos por aquí —le comentó, con una grata sonrisa que pudo ver a través del reflejo del espejo de retrovisor.

No quería admitir que le daba dolor de cabeza el solo pensar que tendría que salir a dar la cara a la prensa, sus fanáticos no le causaban molestia, pero si las personas que se ganaban la vida a costa de sus fotografías. Perdió su privacidad en cuanto firmó el primer contrato con su empresa y todo empeoró en cuanto tuvo su primera participación en un drama.

Solo aguantaba porque amaba como las personas demostraban su cariño para con él, cada pequeño aspecto, los detalles en su honor y la libertad que poseía para hacer donaciones a personas de escasos recursos. Tenía dinero suficiente para brindar apoyo a quien lo necesitará y eso era gratificante para él.

Ya que nadie lo ayudó cuando en su momento lo necesitó.

Deseaba hacer la diferencia por las personas que demostraban el cariño que sentían hacía él. Porque quería sentir el amor que perdió en cuanto su abuela falleció, quería llenar el vacío que le dejó y también cubrir la herida que le ocasionó alguien al cual creyó amar.

Alguien que solo le ocasionó dolor, baja autoestima y heridas que tardaron en cicatrizar. Heridas las cuales fueron mejorando gracias al apoyo de la gente que creía en él y su talento.

—Me acaba de llegar una invitación a un programa para una entrevista, ¿Crees que sea buena idea confirmar que te encuentras en la ciudad? —cuestionó el copiloto, quien era el creador de marketing de su empresa.

Llevó su atención a la pantalla de su celular y comenzó a leer alguno que otra publicación sobre el rumor de que se encontraba próximo a viajar para su ciudad natal con el fin de grabar un nuevo drama.

— ¿Cuándo sería la entrevista? —preguntó, sin despegar la vista de la pantalla.

—Dentro de una semana.

Una sonrisa divertida apareció en su rostro y desvío su mirada de nuevo hacia la ventana.

—Acepta —dijo sin chispar, lo que sorprendió a su equipo.

— ¿Estás seguro? Se lanzará a los medios y las noticias podrían llegar a él... —señaló preocupada su maquilladora.

—Será divertido, no puedo esconderme todo el tiempo y ahora menos. Todo esto se los debo a los que me dieron amor desde el principio y esas personas son originarias de aquí y solo por ellos decidí entrar a este mundo del espectáculo —explicó, removiendo unas cuantas cosas para encontrar sus audífonos.

—Bien, si es lo que decidiste —dice su creador de marketing, quien solo se limita a mirarlo por el espejo retrovisor.

Kim Dan, tan solo se mantuvo enfocado en encontrar los audífonos de su celular, los cuales para su mala fortuna, dejó en su equipaje que viajaba en otro vehículo.

Luego de unos segundos y un par de berrinches al no dar con su ubicación decidió poner su música a todo volumen. Se cruzó de brazos y con una de sus manos decidió mirar de nuevo las noticias.

— ¿Quieres que conecte el Bluetooth? —le preguntó y este tan solo lo miró con un pequeño puchero.

—Quiero mis audífonos —murmuró, casi en tono de súplica.

—El niño quiere audífonos —decretó su maquilladora y pronto, el de vestuario le entregó los suyos.

— ¡Gracias! —dijo con emoción y todos sonrieron levemente.

Se los colocó y comenzó a buscar una canción en su playlist, tratando de escoger la mejor de todas.

— ¿Crees que sea buena idea? —cuestionó una de ellos, creyendo que ya había dejado de escuchar el ruido a su alrededor.

—Él ya lo decidió así, tenemos que respetar su decisión aunque no estemos de acuerdo —dijo otro defendiendo su postura.

— ¿Qué tal si sigue sintiendo algo por ese imbécil? —cuestionó otro de ellos preocupado y no pudo evitar quitarse los audífonos para mirarlos con cierto fastidio.

—Ya basta —los detuvo de golpe y mostró su celular—. Aún no elijo la canción que quiero escuchar, así que estoy pendiente de lo que dicen, ya soy mayor, no soy el niño que conocieron antes —explicó con cierto toque de molestia en su tono.

Llevó su mano en dirección a su nuca y no pudo evitar recorrer dicha zona, sintiendo de nuevo la cicatriz de la marca que le dejó el alfa de quién decidió separarse para no volver a verlo nunca. La temperatura a su alrededor aumentaba, su Omega sabía perfectamente que estaba de nuevo dónde lo conoció y que podría tener la oportunidad de volver a verlo, pero su mente era más poderosa que cualquier instinto animal que intentara hacerlo perder los estribos.

Rechazar a su naturaleza era algo que eligió y por lo que luchó durante varios años, cosa que no cambiaría ni por todo el dinero que pudieran ofrecerle.

—Cuando era más joven, no tenía una idea de lo que sentía por él... —apretó con fuerza el libreto y presionó la mandíbula con rabia—. No tenía una maldita idea... —bramó en respuesta.

Y todos, decidieron permanecer en silencio.




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¡Hello!

Aquí les dejo el prefacio que viene siendo el inicio de la historia, dentro de este Universo Alterno tendremos saltos de tiempo, en los que se darán cuenta del pasado y de lo que sucede en el presente de Kim Dan.

Se responderán varias preguntas del porqué Kim Dan llegó a ese punto, pero todo será con calma ya que estamos empezando apenas.

Pronto tendremos un enorme drama y varias respuestas.

¡Muchas gracias por leer!

Espero contar con sus votos, comentarios y lectura ♥

Lo que dejamos (Kim Dan x Jaekyung) |OmegaverseWhere stories live. Discover now