#18 La última prueba / Secuestro falso.

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Una sonrisa malévola se dibujó en el rostro del rubio cuatro ojos matón, el teléfono de su hermanita estaba entre sus manos y ella no estaba cerca. “Mamá quiere hacer las compras contigo, deberías acompañarla” esa fue la frase que hizo que Ruby saliera al centro de la ciudad junto con su madre, teniendo en cuenta la costumbre que tiene su progenitora de pararse a hablar con los tenderos de las tiendas. Eso garantizaba que la lolita estaría lejos del vecindario por varias horas, tiempo de sobra para que Dimo ejecutara la última prueba para el chico con cabellos de rositas.
Dimo salió de casa y se reunió con unos sujetos extrañamente sospechosos y les dio el teléfono de su hermana. Estos tipos eran peligrosos… o al menos aparentaban serlo, si, fueron a la clase de intimidación al igual que Dimo y Kid. Así que nuestro pseudo villano confiaba plenamente en ellos y eran los indicados para apaliar a Axel ¡Quise decir! Para confrontar a Axel. ¡¿Qué tramaba Dimo ahora?! Eso lo veremos dentro de poco. Nuestro protagonista estaba jugando videojuegos en la casa de Turles. Mientras el hermano menor del pelo liso estudiaba en una esquina de la sala, Turles y Axel estaban en una carrera a muerte, dando brinquitos en las curvas con sus karts y lanzando caparazones de colores para derribar a los atravesados.
—Deberían estar estudiando.
—No empieces Paris, que aún me duele la cara por culpa del canguro infernal ese.
—¿Te refieres a Cangui? —pregunto Axel sin quitarle los ojos de encima a la línea de meta—
—¡¿A quién más?! Cada vez odio más a ese animal.
—Tampoco es para tanto Tur. A mi Cangui me golpea todas las semanas y no me ando quejando. —Axel sonrió victorioso cuando cruzó la línea de meta llevándose el primer lugar— Crisko hasta me lo compensa regalándome dinero.
—¡¿Él te da dinero?! —exploto el pelo liso ahora gruñendo— ¡A mí no me dio nada! ¡Quiero mi dinero!
—¡Jajajajaja! —el cabello rosa se rio divertido sacudiéndose como loco en el suelo, irritando más a su amigo, el niño genio también se reía sigilosamente desde su lugar—
—Y yo que siempre me preocupo por ti. A partir de ahora me burlare de ti cada vez que te pegue Cangui. —le reprocho Turles. Era raro el gran “impacto” que ese puto animal había provocado en sus vidas. Junto a la consola el teléfono de Axel comenzó a sonar— Te están llamando…
—Jejeje, que divertido. —Axel se reincorporo aun soltando risas. Tomo su teléfono y se alegró al ver que era Ruby quien le estaba llamando. Feliz contesto la llamada— ¡Hola Ruby! ¿Cómo estás? —saludo Axel lanzándose al sofá que obviamente estaba en la sala—
—Bien. Por ahora. —respondió una voz extraña que claramente no le pertenecía a Ruby—
—Perdón ¿pero quién es usted? —Axel estaba confuso—
—Eso no importa señorcito, escuche con mucha atención si no quiere que algo malo le pase a la mocosa.
—¿Mocosa? —el chico sintió una flecha de pensamiento atravesar su subconsciente. Fue entonces que su mente armo todas las piezas— ¿Dónde la tienen? —pregunto Axel sin darse cuenta de lo fría que sonó su voz—
—¿Entiendes de que mocosa hablo?
—¡Se llama Ruby y…! ¿Y…? —Axel se calló. Le dieron ganas de que alguien lo golpeara por imbécil, luego no pudo aguantas las risas—
—¿Qué es tan divertido?
—¡Jajaja, esta broma es muy buena, jaja! ¡Ya me la había creído, jajaja!
—¿En serio crees que esto es una broma? —el sujeto de la llamada parecía enojarse— Tu comportamiento inmaduro podría costarle la vida a esta niñita.
—Ya déjalo, eres bueno hablando con voz intimidante, pero ya descubrí el truco. Ya pásame a Ruby, pero antes dime cuál es tu nombre.
—¡Tremendo estúpido eres! Ya no te aguanto, te enviare un mensaje. —el sujeto misterioso estaba más que molesto— Si no nos haces caso no respondemos si algo le pasa a esa chica.
Cortaron la llamada y Axel se quedó curioso, Turles había comenzado una nueva partida sin él y Paris se había ido a estudiar a otro lugar, al parecer nadie había escuchado su conversación. El chico gamer se quedó pensando en la llamada que recibió, preguntándose de quien era ese sujeto y donde lo conocía Ruby. La posibilidad de que hubieran secuestrado a Ruby no parecía encajar en el cerebro de Axel. Ya que si de verdad la hubieran secuestrado los responsables se comunicarían con sus familiares, no con el… pero también estaba la posibilidad que los secuestradores no conocieran los contactos de su teléfono si Ruby no los tuviera bien marcados.
Axel se despidió de su amigo y se fue de su casa. Vago por la calle aun pensando en la llamada: “¿Y si me equivoque y de verdad la secuestraron? Eso no es posible… ¿Por qué lo harían? Estoy confundido… mejor pasare por su casa a ver” Axel tomo camino a la casa de la lolita. Ya había pasado casi media hora desde que recibió la llamada sospechosa. Y cuando estaba cerca de la casa de la mini rubia recibió un mensaje de texto, esta vez de un número desconocido. El peli salmón reviso el mensaje y empezó a preocuparse, decía lo siguiente: “Ven a la casa abandonada al final del vecindario con dos mil dólares, no llames a la policía ni le digas nada a nadie o la enana no volverá a ver la luz del sol… su destino será el mismo si no vienes dentro de media hora”.
—Esto no es real… es una broma de Ruby… una muy elaborada, a ella le gustan las bromas. Si, debe ser eso. —Axel intentaba convencerse a sí mismo de que esta situación era irreal— ¡Tengo que ir a su casa!
Axel corrió con toda la velocidad del mundo. Ahora si estaba preocupado y aterrado, no quería que nada malo le pasara a su loli. Pero una parte de él le decía que no era cierto. Cuando llego a casa de la lolita fue directamente a la puerta y la golpeo con desesperación. Nadie contesto. Ahora con los nervios de punta Axel comenzó a gritar el nombre de Ruby y luego el de Dimo, no estaban ninguno de los dos, ni siquiera su madre. Eso pintaba muy mal. Fue entonces que la voluntad de Axel se quebró por completo. Literalmente se cayó al suelo llorando. No lo podía creer. Ruby estaba atrapada y en manos de unos criminales misteriosos y él no podía hacer nada.
No tenía el dinero que ellos pedían para su rescate, no podía decirle a nadie ni tampoco podía hacer nada en tan poco tiempo. Podría ir a casa de Crisko y pedirle esa cantidad de dinero, si no le ataca Cangui en el camino, pero aun así no le daría suficiente tiempo de llegar a la casa abandonada del vecindario, la cual estaba al otro lado de la zona. Lo único que podía hacer era intentar rescatarla yendo solo y con las manos vacías. ¡Pero eso sería una estupidez! No podía hacer nada.
Ruby estaba condenada. Pero aun así… no se rendiría hasta intentar algo, incluso si es la opción más estúpida. Axel se levantó determinado, las lágrimas seguían cayendo por su rostro, pero ahora su cuerpo brillaba gracias al aura de poder rosa y a los relámpagos que rodeaban su cuerpo. El modo Love Lolicon estaba activado. Nuestro prota sabía que confrontar a esos tipos en un intento desesperado por rescatar a Ruby era una completa estupidez suicida. ¡Pero era Ruby la que estaba en riesgo! ¡Y haría cualquier cosa para salvarla! Axel se secó las lágrimas y con la determinación por las nubes tomo camino para hacia su destino.
—Qué te pasa cariño, te veo un poco preocupada. —le decía una mujer a su hija mientras caminaban por el centro—
—No es nada mamá, solo que me siento incomoda. —contesto la mini rubia que llevaba unas bolsas consigo—
—¿Incomoda? Supongo que podría ser la pubertad que está llegando a su momento crítico. —pensó la mujer cuyo nombre no es relevante—
—¿Qué estará pasando? Siento que algo no anda bien. —se preguntaba Ruby prestando atención por donde iba, ya que el centro siempre era muy concurrido—
Dimo desde el interior de la casa abandonada observaba furtivamente por la ventana a Axel que se acercaba lentamente con mucha impotencia y en su rara y parodica transformación. “Al fina viniste Axel. Eres tan ingenuo que caíste en mi trampa… es ahora que veremos de que eres capaz de hacer por mi hermana si estuviera en una situación de máximo peligro. Me gustaría que ella estuviera aquí para ver esto, pero no creo que me hubiera dejado continuar con el plan” Este era el plan de Dimo, era casi lo mismo que lo que hizo con Kid pero llevado al extremo. Dimo le hizo una seña a sus compañeros para que salieran y ellos asintieron, afuera los esperaba nuestro protagonista con una mirada determinada y con una poderosa aura de poder rosa a su alrededor.
—Apareciste palurdo. —decía quien parecía ser líder del grupo—
—¡Oye pero no trae nada consigo! —chillaba otro de los tipos—
—Venir sin nada es algo totalmente ridículo. ¿Qué piensas hacer, imbécil?
—¡Voy a rescatar a Ruby! —expreso Axel en posición para… para algo… mientras que los otros sujetos lo miraban con ganas de reírse— ¿Qué mierda estoy haciendo? ¡No se luchar y soy un debilucho! ¡Ellos me ganaran fácilmente! —reflexiono el protagonista ya muy tarde para reflexionar, ya que no tenía muchas posibilidades—
—Interesante. —decía el líder tronándose los dedos— Eres más valiente de lo que pensé.
—Esa chica debe de estar muy contenta de que vinieras a rescatarla. —dijo otro de los tipos—
—Cierto, pero que lastima que no la volverás a ver ni ella a ti. ¡Tras el muchachos!
Tras esas órdenes los tres tipos junto con su líder corrieron al frente para rodean a nuestro protagonista. Dimo observaba atentamente la situación desde la ventana de la fea casa para luego sorprenderse por lo que vería a continuación. Axel esquivaría con mucha velocidad el ataque del primero de los tipos y contraatacaría con un puñetazo en el estómago, el tipo cayó al suelo agarrándose el estómago por el dolor. El segundo y el tercero se pararon a sus lados y saltaron hacia el para atraparlo, Axel esquivaría bien el tercero pero no al segundo que logro agarrarlo del brazo.
El chico gamer forcejeo intentando liberarse pero el tercero se le acerco intentando agarrarlo. Axel desesperadamente golpeo al segundo que lo tenía retenido varias veces en el rostro y con su mano libre accidentalmente en eso le dio un codazo en la cara al tercero el cual lo derribo, el segundo lo soltó y cayó al suelo quejándose por los golpes en su rostro. El líder, Dimo y hasta el propio Axel estaban atónitos por lo que acababa de pasar.
—¡¿No que no sabía pelear Dimo?! —se preguntaba el líder sorprendido pero emocionado por luchar el también—
—¡¿Pensé que no sabía pelear?! —se preguntó Dimo completamente en shock y de cierto modo orgulloso—
—¡¿Yo no sé pelear, como es que hice esto?! —se preguntaba Axel viendo con sorpresa e incredulidad a los tres tipos que había golpeado—
Fue como la vez anterior con Kid. No pensó, estaba muerto de miedo pero determinado en proteger a su loli, y entonces solo actuó por instinto… un instinto muy salvaje. Evidentemente la teoría de que todos los humanos somos violentos bajo circunstancias extremas era cierta. Pero eso solo es una divagación del autor. Axel tenía frente a él al grandote del grupo y sentía como poco a poco se le iba el valor. Pero apretaba los puños al pensar que estaba un paso más cerca de salvar a la chica que le quitaba el sueño. Nuevamente Axel fue poseído por ese valor imprudente.
El líder se tronó el cuello de una forma genial y luego corrió hacia nuestro protagonista. El grandulón con sus mastodónticas manos lanzaba portentosos manotazos que el chico a duras penas lograba esquivar sin sentir la presión del aire empujado por los grandes golpes del líder. Axel se sentía cada vez más intimidado por el sujeto grande que retrocedía instintivamente, fue entonces que se dio cuenta que cada vez más se iba alejando más de la casa. Esto distrajo al guerrero lolicon y lo dejo a merced de uno de los manotazos del tipo este, el impacto justo en su cara lo mando a rodar por el suelo.
Axel se levantó con dificultad y vio como el tipo se acercaba lentamente de una forma muy intimidante. El chicazo de cabellitos rosaditos sintió sus piernas temblar por el miedo, ahora si es verdad que se le fue el valor. “Lo intente Ruby, hice cosas que nunca pensé que haría… pero todo fue en vano… yo ¡¿pero qué sucede?!” el testamento mental de Axel fue interrumpido cuando escucho unos golpes y unos gritos de ayuda. Levanto la mirada y vio cómo su eterno némesis, ósea Cangui, molía a golpes sin cesar al líder pseudo criminal sin que este no pudiera hacer más que gritar y pedir auxilio.
Ni corto ni perezoso Axel se fue corriendo directito a la casa abandonada pasándole por un lado a Cangui y al posible homicidio que estaba cometiendo. Entro desesperado a la casa y apenas tuvo los dos pies dentro la puerta principal se cerró detrás de él dejándolo todo a oscuras. Oscuro hasta que la luz principal se encendió dejando ver al rubio cuatro ojos sentado sobre una destartala butaca con las piernas cruzadas y acariciando un gato posiblemente callejero. Su interpretación de un villano de película dejo desconcertado a Axel que quedo con la boca abierta.
—¡¿Dimo?!
—Si Axel, soy yo. —decía el rubio acariciando al gato sobre su regazo—
—¡¿Qué haces aquí?! ¡¿También viniste a rescatar a Ruby?!
—Ruby no está en peligro.
—¡¿Cómo?! —desconcertado nivel dios estaba el peli salmón prácticamente rosadito—
—En estos momentos ya debió de haber regresado de hacer las compras con mamá.
—¡¿Cuando?!
—Lo que importa ahora y lo que me dejo atónito. A parte de la aparición de ese animal rabioso. Es tu enorme valor, y estupidez, para enfrentarte a sujetos más fuertes y grandes que tú. —Dimo tenía una sonrisa confiada y orgullosa, sin duda estaba satisfecho con lo que acababa de ver—
—Sigo sin entender nada de esto. —Axel se apretaba la cabeza intentando asimilar lo que estaba pasando. Era tanta la impresión que su cerebro se atascó por tanta información— ¿Entonces Ruby nunca estuvo en peligro?
—No Axel, nunca lo estuvo. —Dimo estaba orgulloso por el valor de Axel, pero era cierto que su mera presencia lo irritaba y ahora más— Ella estaba haciendo comprar en el centro con nuestra madre, todo esto, la llamada, el mensaje de texto, los tipos duros de afuera: todo ¡fue parte de mi trampa! ¡Para tu prueba final!
—Ahhh~ ¡Ya me acorde! —al peli rosa se le prendió la bombilla— Tú dijiste algo sobre que me pondrías a prueba. ¿Todo esto lo planeaste tú para ponerme a prueba?
—Exacto. Fue complicado planear todo esto, por suerte mis conocidos de las clases de intimidación aceptaron en ayudarme… aunque nunca espere que los llegaras a golpear de esa manera.
—Dimo, ¿pase la prueba? —pregunto el chico gamer lolicon y dormilón, esperanzado, serio y determinado. Su futuro con Ruby, si es que existía un futuro con ella, dependía de su desempeño en la prueba y en la decisión de Dimo—

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