Entrevista exclusiva

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En los ojos de Brittany todas las luces están apagadas. Casi enseguida, tras un incalculable e indeterminado tiempo transcurrido, una segunda inyección la trae de regreso a la consciencia. Despierta con taquicardias que le hacen doler el pecho, como si fuese a reventar. Parece haber pasado tan solo un segundo entre una inyección y otra, en verdad pasó mucho tiempo. Abre los ojos de golpe y de par en par, mira hacia un costado, está dentro de un camarín bien iluminado. La enfermera que aplicó la inyección desaparece tras una puerta, luego de guardar la jeringa en su escote. Frente a la joven artista está Gabriel, este le sonríe de un modo amable.

—¡Britney! ¿Cómo está mi Britney? —exclama Gabriel.

—¿Dónde estoy Gabriel? —atina a decir ella con cierto aturdimiento—. Me siento terriblemente mal. Acabo de tener la peor pesadilla interminable de mierda que te imagines.

—Pesadilla, ¿eh? ¿Qué es lo último que recuerdas antes de quedarte dormida? —le pregunta Gabriel aún sonriente.

—No sé, no estoy segura. Iba en una ambulancia. ¿No?

—¡Muy bien! Sí, nos sacaron de ahí, ahora vinimos a los estudios de UHR Channel. Tenemos una entrevista en vivo, ¿recuerdas? Es parte de tu itinerario del contrato.

—Mierda. No recuerdo nada, Gabriel, me siento muy mal, me duele todo el cuerpo.

—Debe ser por los sacudones de la ambulancia.

—¿Por qué íbamos en ambulancia? ¿Qué pasó después?

—Luego te cuento, debes prepararte para salir al plató. Tendrás una entrevista, Britney, debes estar en forma. Traga esto así te me activas —le entrega Gabriel dos pastillas de color fucsia y un vaso con agua—. ¿Has visto? Son de tu color favorito —ella asiente con desgano.

Ella traga las píldoras sin agua, acción que Tichi, Nichi y Bichi graban desde diversos ángulos. Flotan a los costados de Gabriel y por encima de él, transmiten la escena en vivo y en tiempo real para millones de espectadores reconectados.

—¿Por qué tengo la sensación de que me ocurrió algo terrible, Gabriel? Siento que no fue un sueño. ¿Por qué? —desea saber Brittany con gran preocupación, agotamiento y malestar.

—La entrevista, Britney, ahora por favor concéntrate en la entrevista, luego hablamos de eso. ¿Sí?

Minutos después, Brittany ya se encuentra en un angosto y poco iluminado pasillo. Camina con pasos elegantes, apresurados, rodeada de gente con diferentes funciones e intereses. Esféricas cámaras flotantes la siguen durante todo el trayecto a su alrededor. Nichi flota delante de ella, muestra un primer plano de la joven; Tichi enfoca un plano desde atrás; Bichi la graba desde arriba. Brittany se siente terrible, está algo mareada, le duele la cabeza, siente que las piernas apenas la sostienen a pesar de su liviano peso. Esto no es notado por quienes ven su imagen a través de la nitidez de las cámaras que la siguen, la gente desconoce su profundo malestar. Su impactante figura camufla el invisible mal que la destruye desde dentro.

Atraviesa el pasillo que la conduce hacia el plató del canal de televisión. Finalmente sale del pasillo, de inmediato es envuelta por luces potentes. Frena la marcha a indicación de una chica que pertenece a la asistencia de producción del programa. Nichi, Tichi y Bichi frenan su flotante avance junto con ella. Desde ese lugar, detrás de cortinas de color púrpura, Brittany escucha el aturdidor jingle agudo de Faranduleando. En un monitor pequeño que luce demasiado barato, visualiza lo que ocurre al otro lado del cortinado. Las bailarinas intentan mostrar sus aptitudes. Ante ellas, Ricky bailotea de un modo intencionalmente torpe y tonto, quizás hasta gracioso para algunos. Cuando la música del jingle acaba, Brittany escucha agitadas palabras.

¿Quién es Brittany Condon?Where stories live. Discover now