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- Eres muy valiente o muy estúpida para venir a mis territorios Meidara

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- Eres muy valiente o muy estúpida para venir a mis territorios Meidara.

- Los que llamas tus territorios ahora son míos Boss ¿Cómo te atreves a intentar robar en mi ausencia? Para nadie es un secreto que a Legión lo volví mi perra por una semana.

Meidara se levantó provocando que a Ilenko se le secara la garganta al verla con esas botas de tacón, su traje pegado y esa maldita corona de diamantes.

- ¿Acaso querías ser uno de mis hombres? - Extendió sus manos para tocar su pecho sin dejar de verlo a los ojos.

La gente de Ilenko soltó un jadeo pues era la primera vez que alguien lo tocaba con tanta confianza y no es que pudieran hacer mucho con todos los Halcones detrás de la reina de la pirámide.

- Quítate. - Masculla.

- ¿Por qué? No te ha gustado que te ofrezca un puesto inferior - toca sus músculos y se muerde el labio con complacencia. - Me lo debes, te salve la vida cuando nos conocimos...tú no eras nadie ese día.

Ilenko apretó la mandíbula, recordaba cuando le salvo la vida. Había sufrido una traición de uno de sus hombres cuando salió dejándolo mal herido después de matarlo.

Sin querer esperar su muerte entro a un territorio en ese momento desconocido y fue encontrado por Meidara esa Diosa de ojos verdes que jamás saldría de su memoria pero parece que después de que lo mandaran a salvo a Rusia perdió todo rastro de ella.

- Recuerdo perfectamente ese día pero no pensé que te atreverías a robarme mi puesto como líder de la pirámide. Me hiciste cambiar todos mis planes.

Meidara se encogió de hombros colocando las manos del Boss en sus caderas. - Estaba aburrida.

- Me las vas a pagar con creces.- Sus manos acariciaron su cintura con una fuerte nalgada la atrajo a él.

- Vamos Boss. - Gimió su Diosa - ¿No puedes con una mujer?

- Tengo sumisas que demuestran lo contrario a tus palabras. - Susurró en sus labios.

- Y yo tengo a un italiano y a un coronel que pueden llegar a superarte.

Ilenko sabía que quería molestarlo y se enojó más al ver que lo había logrado.

Halcón Where stories live. Discover now