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EDADES: T/n 16 y Marshall 49

ADVERTENCIAS: Sadomasoquismo, Agresión física, Agresión Verbal

*Narra T/n*

- Pasa adentro...- Me dice Marshall enfadado, empujándome adentro de la habitación, luego cierra la puerta.

- M-Marshall.- Le digo temblando.- No quiero... P-por favor.- Sabía lo que iba a hacer y no quería para nada.

- Me la suda.- Me dice enfadado.- Te dije que no y lo hiciste igual.

Si os preguntáis qué hice, pues... Me dijo que no podía salir de fiesta, me dio igual y lo hice igualmente.

- ¡No eres mi padre, Marshall!- Le digo enfadandome yo también.- ¡Tú no decides lo que puedo hacer y qué no!

Entonces me cae una ostia en la cara.

- Cállate.- Me dice.- ¡No soy tu padre, pero si soy tu pareja! ¡Eres menor de edad, y yo mayor, eres mi puta responsabilidad!

No respondo, estoy todavía recuperándome de la ostia que me ha dado, con una de mis manos en la mejilla donde me había pegado, mientras unas lágrimas caen por mis mejillas, él me mira dominante y le da igual que esté llorando.

- M-me... M-me has pegado.- Le digo, no me podía creer que me hubiera hecho eso.

- Tú te lo has buscado.- Me dice serio.- Y eso no es todo...

Ni quería preguntarle lo que me iba a hacer. Antes de poder hacerlo, por instinto, me coge bruscamente por debajo de las axilas y me lleva a la cama. Luego me tira agresivamente a la cama.

- Marshall... Por favor no quiero.- Le digo cruzando las piernas para que no haga nada.

- Perra, tu te lo has buscado.- Me dice sonriendo con maldad.- Ahora tu papi te va a dar un fuerte castigo.- Me estaba asustando, no quería que me hiciera daño.

Se aleja de la cama, y va al armario. Abre la puerta del armario y busca algo, estoy bastante nerviosa. Al encontrarlo se acerca a mí, con una caja.

La pone sobre el escritorio (había escritorio porque es mi cuarto) y quita la tapa.

Saca unas esposas, que tenían una especie de pompones rojos en la parte donde se ponen las muñecas.

- Dame las muñecas.- Me dice serio.

- N-no, por favor, no quiero.- Le digo, escondiendo mis brazos detrás de mi espalda.

Me quita bruscamente mis brazos de detrás de la espalda, apretándolos y haciéndome daño.

Con una mano sujeta mis dos muñecas, ya que sus manos son más grandes que las mías, y con su otra mano empieza a ponerme las esposas, luego suelta mis manos ya que ya las empieza a atar.

- ¡Marshall! ¡Que no!- Le digo intentando quitar mis muñecas.

- ¡PARA! ¡PARA YA!- Me grita, a lo que yo me asusto y paro.

Acaba de esposarme y cierra las esposas con las llaves, y las tira por la habitación, lejos de mí.

Empieza a desnudarme, mientras yo le grito que pare, realmente no quiero que lo haga.

- ¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡No quiero!- Le digo retorciéndome al sentir sus manos quitándome la ropa.

Me vuelve a caer otra ostia y vuelven a salir algunas lágrimas por mis ojos.

- ¡QUE TE CALLES YA! ¡PUTA PERRA!- Me grita furioso.

Me acaba de desnudar, y me siento muy incómoda, hemos hecho el amor innumerables veces, y me ha visto desnuda siempre, pero ahora me siento fatal.

Se separa de mí y se desnuda él, no quiero verle, él siempre ha sido muy cariñoso y bueno conmigo, pero hoy no, hoy está muy enfadado.

Completamente desnudo, se acerca de nuevo a la cajita, y saca un venda.

Se acerca de nuevo a mi, y me ata esa venda en los ojos, dejándome así completamente ciega.

- Uf...- Me dice excitado.- Que bien me lo voy a pasar.- Dice con la voz completamente ronca.

Junto mis piernas con fuerzas para que no me las separe, pero él tiene el tres veces más fuerza que yo, y las logra separar.

- Por favor... Marshall... Se bueno conmigo.- Le digo flojito.

- Te vas a arrepentir de haberme desobedecido.- Me dice sin ningún tipo de compasión.

Con sus dedos separa mis pliegues y deja su polla entre ellos, a lo que yo suelto un pequeño gemido inconscientemente.

Antes de entrar, me coge cuidadosamente y me sienta cara a cara encima de él, mientras me retuerzo, me siento muy mal ahora mismo.

- No quiero...- Le sollozo.- Por favor...- Le digo, y unas lágrimas se asoman por debajo de la venda.

- Cállate o todo esto será peor.- Me dice seriamente.

Se empuja fuertemente contra mi y me penetra, haciendo que suelte un gemido de dolor.

No espera ni un segundo y empieza a sacar y meter su polla bruscamente, haciéndome daño y yo gritando de dolor en su oreja, y sollozando mucho.

- ¡LLÁMAME DADDY, PUTA!- Me grita excitado.

- ¡DADDY POR FAVOR! ¡PARA! ¡ME DUELE MUCHÍSIMO!- Le digo.

- ¡CÁLLATE POR FAVOR! ¡NO HAGAS ESTO MÁS DIFÍCIL PARA MI!- Dice sacando y metiendo más fuerte.

Me coge los brazos y me hace ponerlos alrededor de su cuello, mientras me golpea siento como sus manos suben hasta mis pechos y empieza a apretarlos tan fuerte que me hace daño, suelto un gemido bastante fuerte en su oreja.

- ¿Qué pasa, bebé? Te encanta como daddy de revienta las tetas, ¿verdad?- Me dice, parando de golpearme por unos instantes.

- N-no...- Le digo con la voz temblorosa.- D-duele.- Le digo todavía temblando.

No responde, pero me vuelve a golpear muy fuerte sin que me lo esperara, y suelto un gritito por la impresión. De nuevo saca y mete bruscamente y me vuelve a doler muchísimo.

Le gimo de dolor en la oreja mientras él también gime, pero de placer.

- Voy a correrme dentro de tí, pequeña perra...- Me dice jadeando, y parando de golpearme.

Me asusté bastante, nunca había hecho eso, además podía quedarme embarazada.

- N-no... Daddy... No lo hagas por favor.- Le suplico.

- Lo siento bebé, es correrme dentro de tí o en tu pequeña boquita.- Me dice sonriendo, no le podía ver pero estaba segurísima de que estaba sonriendo con mucha maldad.- Aunque no importa, más tarde tendrás mi leche en tu boca, niña mala.

Me vuelve a golpear muy fuerte, otra vez sin esperarmelo, vuelvo a gemir como una loca por el dolor, y noto como su sonrisa se posa sobre mí.

Me da un último golpe, y después siento como él se corre dentro de mí, y yo también lo hago, sinceramente me siento una puta...

Vuelvo a sollozar, me siento muy mal ahora mismo, siento que Marshall no me quiere, y no tiene una mierda de compasión por mí.

Sale poco a poco de mi.

Me tumba lentamente, y luego se levanta, vuelve y se sienta de nuevo en la cama, me coge cuidadosamente las muñecas y me quita las esposas. Mira mis muñecas, están rojas, las besa lentamente mientras me empiezo a sentir un poco mejor.

Me quita la venda y le puedo volver a ver. Molesta, aparto la cara, no quiero verle. Me agarra cariñosamente el mentón y me hace mirarle, me besa lentamente.

- Lo siento mucho, mi niña.- Me dice acariciando mi cara, mientras yo me sigo negando a mirarle a la cara.- Sabes que te quiero muchísimo, y eres una persona muy especial para mi, pero me has desobedecido y eso no me gusta nada.- Me dice serio.

- Perdón por desobedecerme, daddy.- Le digo arrepentida.

- Perdón por hacerte daño, mi amor.- Me dice dándome un pequeño pico.

Nos tumbamos en la cama y me apoya en su pecho, me acaricia la cabeza y yo me duermo, mientras él también lo hace.

O̴N̴E̴ ̴S̴H̴O̴T̴S̴  - Eminem y T/nWhere stories live. Discover now