🌼 Capitulo 12 🌼

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-Engaño y verdad-

Un día después de tomar el vuelo...

ADAM


—¿¡Por qué hicieron esto!?

—Adam tranquilo, tu padre...

—¡Maldita sea! ¡Me engañaron! ¿¡Por qué me mintieron!? ¿¡Por qué le haces tanto caso a mi padre!? ¡Deberías sentirte peor por lo que hiciste en un pasado, y no sentirte como mi madre!

—¡Adam, escuchá!

—¡No quiero! ¿¡Por qué lo hicieron!? ¿¡Por qué!? ¡¡Maldita sea!!

Sali corriendo del departamento.
Había sido engañado por mi padre y Raquel.
Ellos dos habían planeado traerme a esta ciudad.
El día del vuelo me la pasé durmiendo y desperté no hace mucho tiempo, por esa razón no sabía dónde estaba.

Caminaba por las calles de una ciudad desconocida. Hacia frio... Mejor dicho, había nieve. Era una ciudad en dónde caía nieve.

Jane...

Revise mi teléfono; mi número había cambiado, lo habían cambiado.

—¡Mierda! — pegue una patada en uno de los postes que se encontraban en la calle.

Seguí caminando, la noche estaba presente y yo me estaba congelando.

Me encontré con muchas losas de hormigón de varias alturas.
Me parecían familiar.

Revise mis búsquedas de Internet. Al menos eso no había cambiado.

"Monumento a los judíos de Europa asesinados"

Recordaba que había estado investigando sobre Europa los días anteriores.
Esto me dió una pista sobre dónde me encontraba.
Me encontraba en Berlín, Alemania.

Espera... ¿¡Qué!? ¡Alemania!... ¡Alemania!

—¿Eh? Si... — afirmo conciencia.

—¡Mi tercer país favorito! — grite al mismo tiempo que alzaba mis manos.

Una señora se me quedó mirando un rato, algo extrañada y sacada de onda.
Baje los brazos y metí las manos en mi pantalón para seguir caminando restándole importancia.

—¡Adam! — escuché la voz de Raquel a lo lejos.

¡O por Dios! ¡Había arruinado mi buen humor!

—¿Qué quieres? — voltee de mala gana.

—Regresa al apartamento. Hace mucho frío —. Me ofreció una chamarra.

Le arrebate la chamarra de las manos y camine hacia el departamento.
No quería enojarme más así que la ignore todo el camino.

Estando en el departamento me prepare un café caliente y me metí a mi habitación cerrando la puerta con llave.

—Adam... — La voz de Raquel se escuchó detrás de la puerta —Se qué estás enojado... Lamentamos que no puedas ir a estudiar a Ámsterdam, pero tu padre dijo que Alemania sería mejor.

La ignore.

—Pasado mañana entrarás a clases... Descansa.

Actualidad...

La escuela estaba bien. Me hiba muy bien.

Poco a poco me fui acostumbrado a la nueva vida que llevaba.
Acepté la decisión de mi padre y me quedé en Alemania.
El también había llegado aquí después de atender unos asuntos en México.

SMERALDOWhere stories live. Discover now