SMERALDO

🌼 Capitulo 5 🌼

14 de noviembre 2022

-Algo se salió de control-

JANE

Por fin había llegado el día del partido de Adam.

Amy y Mark se encontraban conmigo en una de las gradas que estaban en la cancha de Basquetbol.
Compramos unas bebidas y unas chucherías para ver el partido.

—¿Lista para ver jugar a Adam, Jane? — pregunto Mark.

—Lista —. Afirme. Me emocionaba ver jugar a Adam.

Desvíe mi vista hacia donde se encontraban las porristas; ellas eran unas chicas muy bonitas, ahí se encontraba Sara, ella era de esas chicas a las que les gustaba usar faldas cortas, tacones, maquillaje y siempre salian de fiesta o a divertirse. Yo era todo lo contrario: no me gustaban las faldas o vestidos, no usaba maquillaje y mucho menos salía a la esquina de mi casa.

Sara y las chicas estaban ensayando su porra para el equipo de Adam.
Desvíe mi vista cuando escuché hablar a Sofía.

—Hola a todos. Hemos llegado —. Sofía venía acompañada de un chico alto, cabello y ojos negros. Voltee a ver a Amy por instinto y parecía que estaba viendo a un ángel, le pegue un codazo para que reaccionara.

—¡Jane! — Amy se quejo en silencio.

—Disimula un poco — le dije entre dientes.

—El es Nicolás. Mejor amigo de Adam —. Sofía nos presento al chico.

—Hola, es un gusto —. Nicolás saludo a todos pero sus ojos se quedaron fijos en Amy lo que provoco que está se sonrojara.

Sofía y Nicolás tomaron asiento y todos esperamos a que iniciará el partido.

Los equipos empezaron a llegar para después empezar a jugar.
Adam se veía jodidamente hermoso.

El equipo encabezado por Adam –el capitán– hiba ganando, el marcador era de 4-2
Sara y las demás porristas animaban al equipo con su porra y sus presentaciones.

Tiempo después este término. El equipo de Adam ganó.
Todos empezaron a irse, Mark y Amy me esperaron por qué quería felicitar a Adam.

Espere unos minutos para que saliera, al verlo me dirigí a él, pero hablo primero.

—¡Me alegra que hayas venido Jane! — esbozo una sonrisa de oreja a oreja ¿Ya había mencionado lo mucho que me encantaba su sonrisa?

—A mi me alegra estar aquí — correspondí. —Felicidades por ganar.

—Gracias —. Su sonrisa seguía presente y el contacto visual me estaba poniendo nerviosa.

—¡Ya vámonos Jane, se está haciendo tarde! — Mark grito a lo lejos. Me despedí de Adam y me dirigí a dónde Mark.

Amy ya se había ido, sus padres habían venido por ella. En mi caso Mark me llevaría a casa, iríamos en el transporte público así que no habría problema. Nos dirigimos a la parada y esperamos.
Ya casi anochecía, el transporte estaba tardando en pasar.

—Jane sera mejor irnos caminando. Se que el camino es un poco largo pero no hay transporte —. Mark se levantó del haciento de la parada para después tomar mi mano y ayudarme a levantar.

Íbamos a empezar el camino cuando un auto negro se detuvo frente a nosotros.
El dueño del auto bajo la ventanilla, se asomo un señor como de unos 35 años aproximadamente, tenía ojos azules, pelo negro cubierto de algunas canas, y se le observaba un semblante serio.