My best friend wedding.

233 39 424
                                    



Joseph se consideraba un hombre civilizado, especialmente cuando se trataba de resolver sus problemas. Conocía la diplomacia de usar palabras educadas al hacer una advertencia, también era benevolente pues otorgaba al menos tres oportunidades al insolente en cuestión para retractarse de su falta. Y en el remoto caso de que ese alguien o algo insistiera en ser una molestia, no dudaría en sacarlo a patadas del camino.


Pero como no todos sus problemas podían solucionarse con palabras o un buen puñetazo, su última opción era escapar.


Algunos lo considerarían una acción cobarde, pero para él era solo una retirada táctica. Comenzó a hacerlo con sus padres, cuando quería escapar de sus deberes, y hasta donde recordaba, siempre daba buenos resultados. Trágicamente, también recurrió a esto después de que sus padres murieron, para que nadie pudiera verlo en su dolor.


Termino volviéndose un hábito para enfrentar sus desgracias, hasta que cometió el error de escapar de sus tutores cuando se canso de esperar a cumplir la mayoría de edad. Su matrimonio con Suzie seria la gota que derramo el vaso.


Fue Jotaro quien le demostró que tenía más carácter que cualquiera de sus amigos o parientes, y sin titubear le impuso un castigó del que no podía escapar, ahora había llegado el momento de hacer frente a las consecuencias de sus acciones.


Y ahora estaba ahí, considerando sus oportunidades, mientras miraba desde el balcón hacia abajo, preguntándose si sobreviviría a una caída desde esa altura con nada más que un hueso roto. No era un pensamiento coherente, y lo sabía, pero sentía la necesidad de dejar atrás a la razón de sus complicados sentimientos en ese momento; Caesar Anthonio Zeppeli.


Desde la llegada del italiano, su estadía en la mansión se había vuelto aún más incomoda de lo que fue antes, debido a su enemistad con Dio. No se habían dirigido la palabra ni una sola vez, pero tenían un acuerdo silencioso, en el que ambos se identificaban como dos desconocidos sin la más mínima intención de conocerse.


Hasta esa noche, en la que finalmente le había dirigido la palabra para hablar a solas. No sabía cuál podría ser la razón, y por eso no esperaba que se tratara de algo bueno, pues a simple vista, Caesar mostraba las mismas dificultades que él para comenzar la conversación.


Había muchas palabras con las que podía terminar ese silencio, pero Joseph no era el mejor cuando se trataba de iniciar una conversación, especialmente con alguien a quien todavía le guardaba resentimiento.


- Me entere de tu divorcio.- Joseph dijo lo primero que llegó a su mente, sin cuestionarse si sus palabras eran las más apropiadas. La reacción fue la esperada, el disgusto en el rostro del omega fue inmediato, lo había ofendido con solo abrir la boca.- Tu tío me lo conto.


- Que coincidencia, el Duque Joestar también me habló de todas las barbaridades que has cometido en contra del buen nombre de su familia...- El italiano respondió a su ofensa, recargándose contra el barandal del balcón, sin quitarle la mirada de encima.- ¿Estuviste en la cárcel antes de cumplir la mayoría de edad? – Preguntó con una sonrisa burlona.


- Siempre hay una oveja negra en la familia.- Joseph se justificó, pretendiendo que no le importaba que Caesar lo estuviera juzgando.

We'll Meet Again. [JJBA Jonadio]Where stories live. Discover now