Capítulo 28

282 21 6
                                    


M.


Toma una respiración profunda antes de exhalar y seguir adelante, extendiendo la mano para dejar caer los papeles sobre las palmas del demonio — ¿Esto sirve de algo?— Pregunta insegura, Gómez no responde, en lugar de eso desdobla las notas y las lee en silencio.

Hay varios segundos en los que el hombre parece perdido en sus pensamientos antes de que diga cualquier otra cosa.

— Mientras alguno de ellos haya escrito las notas, sí ¿Alguien sabia de esto?

Sonríe con amargura, lleva ambas manos tras su espalda y juega con ellas antes de negar. No puede evitar pensar en cuántas cosas podrían haber sido distintas, pero intenta enterrar el pensamiento cuando comienza a ir por escenarios que le revuelven el estómago.

— No, yo... Pensé que era una broma estúpida.— Frunce los labios y desvía la vista, el peso de lo que pudo haber sido se vuelve difícil de soportar.

— Esta bien, María José es normal que no tomaras algo como eso en serio, tu vida no es una película ¿Por qué pasarías por tramas trilladas?— Una de las manos del beta descansa sobre su hombro y él da un ligero apretón para reconfortarla.

Aunque reconoce la intención no puede evitar retroceder, es instintivo, la mano cae y Gómez asiente con un aire comprensivo — Mi error.— Él comenta ofreciendo una pequeña sonrisa.

No debería ser sorprendente, Calle es una clara excepción a casi todos los miedos que ha desarrollado e incluso volver a ella había sido una lucha constante para ambas. La poca normalidad que tienen es el resultado de múltiples intentos, de pruebas y errores, hasta llegar a lo que personalmente todavía no siente ni siquiera como una sombra de lo que fueron.

Lastimosamente no habían tenido demasiado tiempo para ser una relación común tampoco. Aunque no es como si alguna vez fueran a serlo en toda regla.

— Me recuerdas a mi nube de tormenta, mi pequeña niña.— Tanto la voz como la expresión del demonio cambia a una que roza el melodrama y es un poco cómico verlo — Oh, como la extraño.

No está segura de que decir, ofrece una sonrisa débil y mira alrededor — ¿Supongo que será un reencuentro emotivo?— Pregunta distraída, uno de los cuadros en la pared de la oficina le recuerda a los que habían en la mansión y una ola de nostalgia la inunda.

— Por supuesto, aunque ella me mataría si la toco.— Gómez sonríe como si lo que acabase de decir fuera los más normal del mundo y no tiene la confianza para preguntar si está bromeando o no.

— Tu relación también me recuerda mucho a la suya.— Él sigue explicando, aparentemente perdido en los recuerdos y con una expresión cariñosa — Aunque esa loba es la personificación de un arcoíris ¿Sabes? Son igual de feroces y obstinadas para defenderse entre sí, como tú y Calle.

Ofrece otra sonrisa, aun sin estar segura de cómo actuar o qué responder, pero no necesita pensarlo demasiado porque el hombre vuelve a hablar sin esperar a que diga nada — Espero que puedan soportar todos los obstáculos por los que tengan que pasar en el futuro, aunque no dudo que vayan a lograrlo mientras permanezcan juntas. El amor es la fuerza más grande que podrías encontrar en la vida, María José, y tú tienes uno que deberías defender a capa y espada.

Parpadea algo aturdida por el giro abrupto que toma el discurso, Gómez luce completamente serio ahora y asiente mientras los ojos oscuros la analizan en silencio. Siempre ha habido algo, en el fondo de su mente -o tal vez su alma-, que le ha dicho que nunca más encontrara a nadie que sea como Daniela.

La heredera lo es todo de una forma que aún no termina de comprender, pero que siempre se siente como la decisión correcta, como el camino que debería seguir sin dudar para llegar a casa y el abrazo en el que quiere permanecer toda su vida.

Angel and Demon || CachéWhere stories live. Discover now