Capítulo 11

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M.

Siente su cuerpo paralizado y los latidos de su corazón golpean tan duramente contra sus oídos que apenas consigue distinguir los ruidos a su alrededor, pero está bien.., solo necesita calmarse y respirar. — Te ves pálida.– La voz de Kim se abre paso entre el torbellino de emociones que la invaden y voltea a mirarla aun aturdida — ¿Qué?

— ¿Estas bien?– No sabe cómo responder esa pregunta sin soltar una mentira así que se mantiene en silencio hasta que la obvia preocupación en los ojos de la beta le revuelve el estómago., siempre ha sido difícil buscar ayuda y nunca le ha gustado tener ese tipo de atención encima... Al menos no después de ese incidente — No lo sé, ¡pero no es nada grave! No tienes que preocuparte.– Intenta sonreírle, aunque al final se siente más como una mueca y vuelve a mirar el aviso en el pizarrón antes de tragar saliva., ¿Cómo pudo olvidar la reunión familiar? Incluso cuando estaba tan ocupada estudiando parece simplemente ridículo haber borrado por completo de su mente un hecho tan importante.

Apenas había logrado aclarar las cosas con Kim y Paula, no quiere darles más razones para que piensen que no puede cuidar de sí misma, no tan rápido y especialmente no ahora que ellas se pusieron de acuerdo con Calle para arrastrarla lejos de los salones de practica cuando sienten que ha pasado demasiado tiempo ahí.

No las necesita interfiriendo en su vida más de lo que ya lo hacen.

— No sé si-

— Me duele la cabeza.., aunque tal vez es porque estoy demasiado estresada.– Ignora la expresión tensa del ángel cuando la interrumpe y vuelve a hablar — Creo que voy a ir a la enfermería en el receso ¿Puedes decirle a la profesora?

— Majo..

— Es solo en caso de que llegue un poco tarde.– Se apresura a aclarar y aunque la forma en que Kim la observa deja en claro que no está segura de sus palabras ella asiente de todos modos., aprecia su preocupación, pero se siente más como una carga en este instante — Lo haré, pero procura no retrasarte tanto.– Le agradece con un abrazo rápido y escucha a sus compañeros hablar sobre la reunión, le gustaría estar tan emocionada al respecto como ellos, pero en realidad está aterrada y no puede sacudirse la ansiedad de encima.

Lina la observa desde su asiento al frente del salón como si supiera lo mucho que esto le afecta y huye de esa mirada al voltear hacia la beta de nuevo..., Su maestra no es una mala persona, en cierta forma entiende porque está preocupada, pero no quiere tener a más personas interfiriendo en su vida porque ya tiene suficiente con sus amigos y con Daniela.

El timbre suena y se levanta de golpe antes de guardar sus cosas con rapidez, se despide de la rubia con un gesto de mano y le da una última mirada al aviso en el pizarrón; su corazón vuelve a latir con tanta fuerza que es como si estuviese intentando escapar de su pecho y también quiere correr.., huir de las responsabilidades, de los miedos y las expectativas.

Con toda la atención que ha recibido desde que entró al instituto no puede evitar estar incómoda, no importa lo que haga, siempre parece haber alguien mirando y no le gusta -para nada- sentirse así.

Sabe que su familia y la de Calle financian una beca en el instituto, hay al menos cien alumnos que las reconocen por eso, pero no es algo que haya hecho por su cuenta o en lo que haya podido opinar. Si su apellido fuese distinto nadie podría relacionarla con ese hecho y sería menos asfixiante caminar por los pasillos, pero no es como si pudiese cambiar su origen o su posición, haga lo que haga sigue siendo la heredera de la casa de lobos más importante en Colombia. Y la única persona en todo el instituto que es capaz de entender -aunque sea un poco- lo que eso significa es la castaña.

Angel and Demon || CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora