Capítulo 22

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— Aclaración.

Después de hablar con mi mejor amiga decidí intentar (porque no estoy seguro de haberlo logrado de la forma que quería) profundizar más en el trauma de Majo y la forma en que ella lo ha estado sobrellevando.

Por lo tanto, si tenemos en cuenta el orden cronológico de la historia, la primera mitad de este capítulo es sobre los tres días que pasaron antes del reencuentro Caché al final del anterior.

Y para separarlo decidí dejarlo en cursivas.

Pueden comentar si les parece bien o les gustaría que lo cambie y dependiendo de las reacciones tal vez vuelva a editarlo.

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M.

Lo último que recuerda es una figura borrosa, la preocupación en el aire y el aroma tan familiar que podría reconocer incluso con olerlo solo un segundo. La sensación de pesadez, el dolor, la rabia y el miedo.., todo eso también está grabado en su memoria, pero no puede entender muy bien porque.

Pero, en resumen, lo último que recuerda es ser sostenida por Calle.

Se siente extrañamente aturdida, casi adormecida y después de abrir los ojos y no reconocer el lugar donde se encuentra nada tiene sentido para ella.

Entonces recuerda el ataque.

Recuerda las burlas, los golpes y... La marca.

Pero no sabe dónde está y por un segundo piensa que quizá -solo tal vez- fue una pesadilla desagradable, un simple sueño que no puede dejar secuelas físicas o emocionales, ni del tipo que sea.

Intenta sentarse, pero una punzada dolorosa le atraviesa el abdomen y pierde el aire cuando suelta un grito.

No debería doler, pero lo hace.

Se siente flotar en una nube extraña porque todo arde, como el infierno, pero al mismo tiempo no es capaz de identificar nada en sí misma y sus extremidades pesan. De alguna forma también hay una especie de bruma en su mente, algo que no le permite pensar con claridad, ni en profundidad, sobre la situación en la que se encuentra.

— ¿María José?

Gira la cabeza al mismo tiempo que su cuerpo se tensa, no puede controlar ninguno de sus movimientos, tampoco tiene la capacidad para entender lo que está pasando — María José soy Luis, el enfermero del instituto.

— ¿E-enfermero?– Al hablar, la voz le raspa la garganta de una forma desagradable y no puede evitar hacer una mueca.

— Ten, tal vez quieras tomar un poco.– Él extiende un vaso con un líquido transparente que, asume, es agua y cuando va a tomarlo no puede evitar notar la forma en que su cuerpo tiembla.

Especialmente sus manos, son un desastre., en realidad, es un desastre de pies a cabeza.

Y, aunque hay algo gritando las razones en el fondo de su mente, hace todo lo posible por ahogarlo. Sea lo que sea, no quiere entenderlo todavía.

— Lo., L-lo siento.– Murmura extrañamente avergonzada y aturdida.

Todo es demasiado silencioso mientras bebe el contenido del vaso, puede sentir los rastros de un sabor metálico en su boca, pero desaparece tan pronto como intenta entender a qué se debe.

Angel and Demon || CachéWhere stories live. Discover now