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POV JOOHYUN

No pude.

La primera noche en mi casa sin Seulgi me di cuenta de que no podía estar un minuto más en esa casa. No sin ella.

En cuanto el sol se asomó por mi ventana esa mañana, tomé una maleta, la llené de lo necesario, tomé a mi pequeño Ifos y partí. Partí al único lugar donde estaba segura de que podría esconderme hasta que la pena pase y ser bien recibida. Fui a casa de mis padres.

Toda una semana fue la que no pude ni levantarme de mi cama. Yeri venía a diario a hacerme comer algo ya que ni mi mamá ni mi papá, ni siquiera Karina lograban.

Nunca supe cómo sería esto. Seulgi fue prácticamente mi primera y única experiencia de amor real. Antes de ella nunca supe lo que era extrañar a alguien aunque lo hubiera visto solo treinta minutos atrás.Lo que implica hacer locuras sin siquiera pensar las consecuencias por ver a esa persona sonreír. Nunca antes supe lo que era enfermarse de amor.

Cada vez que me levantaba tendía a volver a desplomarme en la cama. Devastada. Sin energías. Rodeada de gente y a la vez sintiéndome tan sola. Teniendo el celular justo al lado, esperando una llamada, un mensaje, algo que viniera con la imagen de su rostro en la pantalla.

Dentro de la negación de que mi vida debía seguir sin ella. Tan solo lo imaginaba y estaba segura de que no sería vida para mí. Pero tenía que hacer algo. Ella había estado siempre orgullosa de mí. Ella siempre me había dado su apoyo incondicional. Decía que yo, de alguna manera, la inspiraba. Tenía que hacer algo con eso. Honrar a su memoria con algo que hiciera que se sintiera aun más orgullosa de mí.

Después de unas largas platicas con mi mamá, muchísimas con mi mejor amiga, Yeri, e infinitas noches en vela conmigo. Llegué a la conclusión, la mas fuer, indeseada y difícil de aceptar conclusión de que mi vida continuaría. Con o sin ella, pero yo tenía que seguir.

⸺Buenos días, corazón⸺ Dijo mi madre, abriendo delicadamente la puerta de mi infantil e intacta habitación.

⸺Buenos días, mamá.

⸺¿Cómo te sientes?

⸺Me siento . . . mejor. De hecho, creo que me siento . . . bien. Hoy me siento diferente. Diferente a ayer, diferente en muchas maneras. Incluso más fuerte.

⸺¿Y eso, mi amor? ¿Se debe a . . . ?

⸺Nada ni nadie en particular, mamá. Solo creo que lo entendí . . . entendí que mi vida tiene que seguir de alguna manera, que ya no la veré más pero siempre estará conmigo. Y, sobre todo, entendí que necesito hacerle homenaje a su vida, a lo mucho que aprendí de ella y al amor que nos teníamos. Mamá . . .⸺ Esto estaba poniéndose difícil de decir. ⸺ . . . ahora sé que tal vez ella murió . . . pero todo eso que me dejo no puede morir. No debe.

Ella solo me tomó entre sus brazos y se tomo unos para llorar junto conmigo. Te amaré toda mi vida, Kang Seulgi.

⸺Me iré a mi casa el día de hoy.

⸺¿Qué? Amor . . . ¿estás segura?⸺ Me miró a los ojos con una clara expresión de preocupación.

⸺Eso creo. De todos modos algún día tendré que hacerlo. Mientras más pronto lo afronte, quizás más pronto logre . . . superar todo esto. Así ya dejo de darte tanta lata.

⸺No digas eso jamás, Joohyun. Tú jamás podrías molestarme, eres mi hija. Y, además, sabemos perfectamente por lo que pasas. Has lo que u quieras, al ritmo que tu corazón te lo permita, mi amor. Pero debes saber que . . . siempre puedes volver aquí.

⸺Gracias, mamá. Me iré más tarde . . . creo que podría llamar a Yeri para que me ayude con mis cosas.

⸺Perfecto, pero no la explotes mucho, ¿esta bien? No es bueno cargar cosas pesadas durante un embarazo⸺ Reí con eso. Mi mamá siempre había sido una sobreprotectora conmigo y con mis amigas.

⸺Lo prometo . . . rayos, no puedo imaginarla como mamá. Ella es incluso más descuidada que yo.

⸺Bueno, querida. Ser madre te hace madurar, a veces tanto y tan rápido que asusta.

⸺Estas diciendo que . . .

⸺¡No! No, Joohyun . . . no es ninguna de tus pesimistas suposiciones. Ahora vístete y ven a desayunar con nosotros, linda.

Hice lo que me pidió. Por primera vez en este tiempo me levanté de la cama sin el terrible sentimiento de caer.

Después de tomar el desayuno con mi familia como debe de ser, subí a comenzar a acomodar mis cosas. Justo entonces creí prudente preguntarle a Yeri si podría ayudarme.

"Volveré a casa esta tarde, sabes. ¿Sería mucho pedir que me ayudaras a llevar mis cosas y ordenar un poco?"

Y: "No sabes cuánto he esperado por leer este mensaje. Claro que si, enana. ¿a qué hora me quieres en casa de tus padres?"

"No lo sé, ¿a las cinco?"

Y: "Te veo a las cinco. Me alegro demasiado por esto. Siempre contaras conmigo, te quiero."

A veces solo se necesita un pequeño empujón de alguien para desatar el cambio, para atreverse. Yeri era quien más lograba impulsarme a eso. Ella y mi querida Seulgi.

Encendí mi computadora y entre a mi mail, el cual no había revisado hace semanas. Me sentí un poco culpable y a la vez muy preocupada por todos los que había recibido pidiendo ayuda o consejos con diferentes casos en el buffet de los cuales yo ni me había enterado. Pero tengo fe en que pudieran entender que mi cabeza no estaba para esas cosas, ni para nada más en estos días.

Después de leer la mayoría, me decidí por abrir mi cuenta de Facebook. Otra que hace mucho no había revisado. Miles de notificaciones, cientos de mensajes. La mayoría con el detestable pésame con el que había cargado las últimas semanas. Entonces hice algo a lo que la mayoría llamaría masoquismo . . . pero yo tenía ahora una gran necesidad por hacer.

Entré al perfil de Seulgi.

No era para sorprenderse más. Nada nuevo de ella desde aquel entonces. Lo único que la hacia diferente eran ahora los cientos de publicaciones y comentarios con el asunto "te extrañaremos" en ellos. De amigos nuestros, de amigos suyos, familiares, gente de la que yo no tenía idea. Me limite de leerlos ya que lo único que lograría sería ponerme a llorar una vez más y mis ojos ya estaban exhaustos de ello. Pensé en reportar la cuenta y hacer que la cerraran . . . pero no. Kang Seulgi existió. Kang Seulgi estaba rodeada de gente que la amaba. Ella merecía ser recordada aunque fuera difícil para muchos volver a entrar y no ver absolutamente nada, y nosotros merecíamos poder tener una especie de comunicación con esa maravillosa persona que ella fue.

En su lugar abrí la bandeja de mensajes y dispuesta a escribirle. Miré el calendario y abrí mi inbox, lista para enviar un mensaje.

"Día 46 sin ti.

¿Podrás perdonarme? Perdona que no haya escrito antes. Me siento una cobarde. En verdad lo lamento pero . . . no podía amor. El dolor era demasiado. De hecho, lo es. Lo único que cambia es que hoy me sentí con la determinación de recordarte por lo hermoso que me dejaste, lo bueno que hiciste, el amor con el que te entregaste. No por la falta de tu presencia, la falta de tu sonrisa y de tu aroma.

Aun no estoy segura de como haré esto, pero te prometo, Seulgi, te prometo que te haré sentir cien veces mas orgullosa de mi. Prometo que haré todo lo que alguna vez planeamos juntas. Prometo mantenerte viva en mis acciones.

Amor . . . prometo que nunca saldrás de mi corazón. Lo fuiste todo, linda . . . fuiste la gran mayoría de mis sonrisas, fuiste un gran apoyo en cada uno de mis logros. Jamás olvidaré eso. Jamás olvidaré la primera o la ultima vez que te vi, ya que en ambas me tenías atrapada en tu mirada.

Te amo, Seulgi. Siempre lo hice y siempre lo haré. Te veré de nuevo, ¿ok? Solo que . . . aun no. Aun no, mi amor. Pero prometo que lo haré. Nuestro amor es infinito. Tu y yo somos infinitas".

A prueba ; seulrene. Où les histoires vivent. Découvrez maintenant