VÍCTIMAS DEL DOLOR: MARIDO Y MUJER

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     Marco tuvo que cancelar su boda, pero él no lo sufrió, tampoco la buscó, dos semanas después conoció a otra mujer y ya ni se recuerda el nombre de Angélica Mash.


     Mientras tanto en la mansión Arcano:

     Ángela y Tom veían una película abrazados, habían traído comida y mantas, actualmente se encontraban recostados en la cama. 

—Estoy muy feliz de que todo haya pasado. 

—Lo sé Angelito, Ah! Me olvidé! Tahiel Vertuchzi es mi padre —rió— me olvidé de contártelo. 

—¿Tahiel? ¿Mi tío? ¿El sujeto qué mató a mis padres? sí, el mismo, pero por favor no te enojes por lo que voy a contarte ¿De acuerdo? —ella asintió— tú padre... el señor Matías fue quien me apartó de él y de mi familia, yo tenía una madre y dos hermanos, una niña y otro que aún no nacía, pero él los mató.

—Eso es imposible Tom, mi padre no haría eso.

—Pero lo hizo —tomando sus manos— él es mi padre adoptivo, él y mi madre me hallaron en una Iglesia.

—Voy a decir esto una sola vez —tomando aire— sólo porque es tú padre, ya no quiero matarlo, siento que si lo hiciera te estaría dañando a ti y eso no quiero que suceda. 

—Sabes... siento que en el fondo le tengo que estar agradecido, él me salvó la vida dos veces, me adoptó y me salvó de la muerte. 

—Creo que deberías hablar con él.

—Sí... mañana iré. 

     Al día siguiente, ambos estaban desayunando cuando la puerta suena, Tom decide abrir. 

—Aquí estabas! —gritó Tika furiosa. 

—Voy a ser directo, tenemos que hablar. 

—Yo también tengo que hablar contigo —adentrándose a la casa— Ah! Una muerta! —gritó al ver a Ángela comiendo fresas. 

—¿A quién le dices muerta? —caminando hacia ella con expresión poco amistosa. 

—Así que estás viva, Me mentiste Tom! —abofeteándolo. 

—Qué te pasa! —Ángela la tomó de sus dos coletas. 

—Suéltame! —ésta también la tomó del cabello. 

—Tika... Ángela, ya basta, chicas... Ya basta! —gritó y ambas lo observaron. 

—¿Qué quieres? Estoy ocupada! —exclamó Ángela.

—Te voy a matar! —gritó Tika. 

—¿Tú? ¿A mi? querida yo soy Ángela Arcano, futura esposa de Arcano —y ahí el desconcertado fue Tom. 

—Tika... lo siento, pero lo nuestro no puede seguir ¿Recuerdas el día en qué me dijiste si tendría que elegir entre ella o tú? bueno, la elijo a ella, mil veces, lo siento, pero no te amo Tika.

     Ésta salió de allí llorando desconsoladamente.

—¿Estás bien? —le preguntó a Ángela tomando su rostro. 

—Estoy bien, descuida, la que no está bien ahora es ella. 

—Fue lo mejor, no era justo para ella todo esto, ya encontrará alguien que la ame, estoy seguro. 


     En la tarde ambos recibieron una carta: 

     Tom y Ángela:

ARCANO.Where stories live. Discover now