FUTURO- LA SOLEDAD DE TOM.

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     Ángela se encontraba en el departamento sin dejar de observar por las ventanas y Tom estaba recostado en el sofá.

-Ya detente Ángela!, me vas a marear con sólo verte, vas y vienes, vienes y vas ¿Qué tanto ves por las ventanas? 

-Creí dejarte muy en claro que no quiero estar aquí.

-¿Piensas fugarte?

-No, tampoco soy tan estúpida como para ir a que me maten... oye... Josh y tú ¿Están peleados?

-No lo sé, él ya no es el mismo o quizás siempre fue así y yo jamás lo noté.

-Ustedes no debieron pelearse.

-Demasiado tarde, tuve los motivos suficientes y lo hice.

-Podrías arrepentirte o simplemente ofrecerle disculpas.

-Ese es el problema, no me arrepiento y estoy muy orgulloso de mi postura, si le pidiera disculpas, no serían disculpas, sólo unas palabras falsas con un tono desgarrador.

-Como sea, tú y tus cosas extrañas de la honestidad.

-¿Qué tiene de malo?

-Nada, sólo que me gustaría que no me ocultaras nada a mi.

-Yo no te oculto nada.

-Sí lo haces, sé que mi padre te lo cuenta todo, no sé cómo, pero él te tiene mucho aprecio ¿Por qué?

-Ángela... es mi trabajo.

-Ves, ahí no estás siendo honesto- saliendo de la habitación.

     En la noche: 

     Tom estaba caminando por los pasillos del lugar hasta que ve a alguien en la puerta que daba directo a la calle, éste bajó.

-¿Qué haces aquí Josh? 

-Matías me envió aquí.

-Señor Arcano para ti ¿Y qué haces con esas rosas?- señalando el ramo que el chico traía.

-Son para ella, vengo a pedir disculpas- Tom rió recordando lo que Ángela le había dicho acerca de las disculpas.

-Ella está descansando, ve a hacer tú trabajo.

-Primero déjame entregárselas.

-Claro ve! llévale rosas a alguien que vio flores todo el día, sobre el ataúd de su madre.

      Éste azotó el ramo al piso destrozándolo todo- listo ¿Feliz?, ahora déjame verla.

-Señores- llamó Tom y en menos de dos segundos ingresaron dos de los hombres que estaban afuera, estos dijeron -¿Qué sucede Tom?

-Sáquenlo de aquí, a rastras por favor- estos asintieron y lo tomaron de ambos brazos cumpliendo su petición.

-Eres una basura! Me oíste! Eres miseria Tom!- gritó Josh, continuó con su griterío pero éste no lo oyó dado que se adentró nuevamente en el departamento.

     En su mente sólo corrían palabras que Matías le había dicho y eso lo estresaba mucho, sólo era un chico que creció fascinado con las películas de la Mafia o todo lo que tuviera que ver con ello.

     Suponía que el trabajar aquí sería algo muy interesante para él, pero Matías se había vuelto loco en pedirle algo así.

     En su pensamiento rondaba esa escena, ambos se encontraban en el parque de la casa caminando en medio de la noche.

-Tom, ¿Ves como los árboles crecen y se mantienen con frutos?

-Sí, debo admitir que mantienes muy bien el jardín.

ARCANO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora