Comí yo sola. Daniel subió a una pequeña oficina que tiene en la planta de arriba, donde hace sus prácticas.
- Me cago en la puta dieta- susurré mientras comía- no valora lo que hago- dije y pinché más fuerte.
Ultimamente no valora lo que hago por él, estoy harta.
Terminé de comer y fuí al salón. Me tumbé en el sofa para descansar un rato y pensar en mis cosas. De repente viene Daniel.
- ¿Te vienes a dar un paseo, y te enseño mi oficina?- me susurró
- No tengo ganas.
- Vale- dijo y salió de casa.
No quiero ser de esas mujeres que nunca ven a sus maridos (en este caso, novio) por motivos de su trabajo.
Pasó la tarde y a las 8 llegó Daniel.
- ¿Tan tarde?
- Hoy he empezado a trabajar.
- Ah, ¿y que tal?
- Estupendamente, pero odio a mi jefe.
- Y yo a mis profesores.- Nos comenzamos a reir y luego Daniel subió a su oficina de la planta de arriba.
- ¿¡No quieres cenar!?- grité desde abajo.
- No
- ¡Joder Daniel!
Como vaya a este paso, en un par de meses se queda anoréxico.
Subí a nuestra habitación y me puse el pijama. Fui hacia la oficina de Daniel y me paré en la puerta.
- ¿No vienes a dormir todavía?
- No, duermete tu.
Joder, joder, el primer dia de su trabajo y yo ya me he cansado. ¿Que será de mi en unos meses?
+27 votos y +12 coments y sigo.