Mr. 2Perfect [Minsung]

32: Contexto

Estaba parado en la acera fuera de la casa de Minho, tratando de averiguar exactamente qué tan mala idea había sido todo esto, cuando empezó a llover.

Lo que, al menos, se interpuso en el camino de mis planes de vacilar sin poder hacer nada durante veinte minutos antes de rendirme y volver a casa.

Quiero decir, todavía no había descartado por completo Operación-Enterrarme-vivo pero, de alguna manera, ahí estaba yo, tremendamente empapado y aterrorizado, tocando el timbre de Minho a las cuatro de la mañana.

Oh mierda, ¿qué había hecho?

Me quedé mirando los bonitos paneles de vidrio, preguntándome si era demasiado tarde para huir como un niño jugando una broma. Y luego la puerta se abrió, Minho estaba de pie allí en pijama, su rostro pálido y sus ojos enrojecidos.

"¿Qué estás haciendo aquí?", dijo en un tono de voz que bien se podría haber traducido en 'esto es lo último que necesito ahora mismo'.

Sin idea de cómo responder a eso, busqué el artículo de Chan en mi teléfono y se lo clavé en la cara a Minho como un agente del FBI en una película.

"¿Qué es esto?", él entrecerró los ojos.

"Es un artículo sobre lo perdedor que soy, escrito por un chico que conocí como por cinco minutos hace un mes".

"Cuando me despertaste" —suspiro Minho— "a una hora tan atroz, que ni siquiera se puede llamar la mitad de la noche porque eso fue hace más de tres horas, esperaba que pudieras al menos venir a disculparte. No esperaba que me estuvieras pidiéndo que haga una lectura de antecedentes".

Joder, estaba jodiendo esto. "Lo estoy haciendo" —intenté— "Quiero decir, lo hago. Estoy pidiendo disculpas. Pero quería que supieras por qué me volví loco, es decir el contexto".

"Ah, sí."— Me dirigió una de sus miradas frías— "La parte más importante de cualquier disculpa".

La lluvia se deslizó por las puntas de mi cabello y bajó por mi cara.

"Minho, lo siento. Lo siento mucho. Siento alejarte. Lamento perder la cabeza. Lo siento por encerrarme en el baño como un adolescente emo en una mala fiesta. En serio lo siento, apesto pidiendo disculpas. Lo siento, he sido un mal falso novio. Y siento seguir apareciendo en tu puerta rogándote que me des otra oportunidad".

"No es que no aprecie el gesto... bueno, gestos"—estaba haciendo eso de frotarse la sien que significaba no tenía idea de cómo tratarme— "pero no entiendo por qué esto sigue sucediendo. Honestamente, ni siquiera entiendo lo que pasó esta noche".

"Por eso" —grité, blandiendo el teléfono de nuevo— "traté de darte contexto".

Me miró cansado. " Deberías.... probablemente deberías entrar".

Entré y me paré en su pasillo goteando. Ninguno de nosotros parecía completamente seguro de lo que se suponía que iba a pasar a continuación.

Entonces Minho dijo: "¿Por qué no te tomas un momento para secarte? Y le echaré un vistazo a este artículo, si aún te sientes cómodo con eso".

No estaba cómodo con eso en absoluto, pero habiéndole casi enterrado el celular en la cara, ya era un poco tarde para echarse atrás. Además, me había prometido ser honesto y transparente y ... ay, dios.

Tratando de no entrar en pánico, dejé que Minho me llevara arriba, donde tomó una toalla del armario. Y, por supuesto, la toalla estaba toda esponjosa y suave. La abracé con necesidad.

Me dio un pequeño empujón hacia el baño. "Hay una bata detrás de la puerta. Estaré en la cocina".

Sintiéndome más seco y tranquilo, bajé unos minutos más tarde, envuelto en vellón azul marino y encontré a Minho en la mesa frunciendo el ceño frente a mi teléfono.