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Para los Kim, era normal no festejar, en sí, el día del padre. Pues, sabiendo su situación familiar, ni siquiera a ellos les daban ganas, o les surgía del corazón, de felicitar a sus padres, aun si fuera por un simple mensaje, ni siquiera querían mandarles eso, así que, mucho menos les iban a mandar algún presente.
Estaban acostumbrados a no regalar nada, pero sí había algo que pasaba; todos se ponían muy cariñosos entre todos, en especial los mayores con los menores.
Porque en cuanto llegó la mañana, y con ella la hora de desayunar, Taehyun se encontraba preparando wafles para sus menores y novio, claramente.
- Pensé que harías para todos. - Kai se quejó al ver la poca mezcla hecha en el túper frente a él.
Taehyun hizo una mueca notoria, aunque, en el fondo, se decía a sí mismo que había hecho suficiente masa para demasiado panqueques.
- Somos demasiados, si sólo hago para Beom, Jungwon y Riki, es menos movimiento, energías gastadas y más ánimo disponible para el día. - aclaró con una sonrisa más falsa que las ganas de despertar temprano de Kai.
- Hazme poquitos, sabes que no como mucho. - pidió Kai junto a un puchero. - Porfi. - alargó la última letra dicha.
- Si te hago, debo hacerle a los demás. - se quejó.
- Sabes que Yoongi sigue dormido junto a la bebé, que Jungkook ya se fue a trabajar, que Jake tiene a su novio que sabe cocinar, además de que Jay sigue jetón. - informó.
Taehyun rió por la insistencia de su hermano.
- Vamos, hermano, cocinas bien. - aduló.
- Bien, siéntate. - ordenó poniendo unos wafles, ya hechos, en un plato, les colocó un poco de frutos rojos a un lado y azúcar glas espolvoreada, además de un poco de miel de maple sobre ellos.
Aunque, para sorpresa de Kai, Jay bajó con una cara de apenas haber despertado, daba un poco de risa verlo en esa situación, ya que siempre estaba bien arreglado. Ahora se encontraba con el cabello revuelto y algunos gallitos, un poco de baba marcada en la comisura derecha de sus labios, además de llegar tallando su ojo izquierdo con el dorso de su mano izquierda.
- Buenos días, familia. - saludó con voz ronca.
- Jay hyung, tengo un problema con mi patada derecha en fútbol. - Riki hizo un puchero, a lo que Jay soltó una risilla ronca.
- Más tarde te ayudo. - dijo, a la par que busca un poco de pan en la alacena.
- Siéntate, tu desayuno se enfría. - Taehyun le habló a Jay.
- Pero, hyung.
- Pero nada, sabes que me gusta hacerles el desayuno, además de que los demás están ya trabajando o fuera. - dijo junto una sonrisa.
Y, algunos minutos después, Taehyun se sentó a disfrutar de su desayuno también.
Pero una llamada interrumpió el momento de paz y armonía que se había creado.
