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El domingo había llegado sin el querer de los hermanos Kim y Jung, por Dios, sus hyungs se iban a ir de la casa. ¡Estaban por volar del nido en tan poco tiempo!
- Jungwon, por favor, deja mi pierna. - pidió Yoongi, intentando caminar, aunque se le dificultaba por el chiquillo de quince años sobre su pierna y pie.
- ¡No! - gritó en respuesta.
- Wonnie, por favor, dejemos a Yoongi y vayamos a desayunar. - Solar tomó la mano de Jungwon y se lo llevó de ahí.
El segundo menor de los Kim caminaba sin apartar la vista de su hermano más grande. En verdad esperaba, desde pequeño, que ese día jamás llegara.
Luego tenemos a Riki, el chiquillo de trece años no le había dirigido la palabra a Jungkook en toda la noche y mañana. Ni siquiera quería pasar frente al cuarto del mayor, así que, bajó por su ventana y entró por la puerta principal, cruzado de brazos y con el ceño fruncido.
- Deja el berrinche para cuando de verdad sea necesario. - le pidió Taehyun, junto a una sonrisa falsa, se fue de ahí hacia el comedor.
- ¡Están siendo unos malditos dramáticos! - gritó Jay, el único que había tocado su comida, a diferencia de los demás que discutían en el pasillo o en la sala.
La casa se quedó en silencio, aquel grito había sorprendido a todos, hasta a los animalitos que no entendían lo que pasaba.
- ¿Por qué? - preguntó Kai, apenas se estaba sentando en la mesa y alguien ya había gritado.
- Todos están llorando, lo entiendo más que nadie, yo también soy hermano de los tontos que se van a mudar, pero no hay que ponernos como si ellos estuvieran a punto de morir. No dejaremos de verlos y hablar con ellos, simplemente acepten que este momento iba a allegar en algún punto de la vida. - dijo más que serio, casi enojado.
Todos le dieron la razón, no podían seguir con su drama, pero, es que, el drama era la dosis diaria en cada día de los Kim.
Después del "regaño" por parte de Jay, comenzaron a desayunar con tranquilidad, claro que no faltaron los vasos de agua tirados, comida en el suelo y Hobak arriba de la mesa intentando robar la comida de Jake.
- Tae, baja a este animal de aquí, se quiere comer mi salchicha. - explicó un alterado Jake.
- Bien, ya voy. - Taehyun rodó los ojos y fue hacia donde su gatito se encontraba, tomándolo en brazos y dejando un besito en la cabecita de Hobak. - Vamos, mi amor, se nota que esa bestia te odia. - dijo, dando entender que la bestia era Jake.
El ofendido rodó sus ojos.
Bien, era domingo, como ya se había mencionado, un día soleado y con unas nubes preciosas en el cielo, el sol sin llegar a ser tan potente en cuanto a quemaduras, los pájaros cantando y el agua siguiendo su propio ritmo. Así era, hasta que la puerta fue tocada.
