La cena y los hermanos se reconcilian.

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Como era de esperarse, el día de viajar a Jeju, para celebrar el quinto aniversario del bufé, de los padres Kim, llegó

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Como era de esperarse, el día de viajar a Jeju, para celebrar el quinto aniversario del bufé, de los padres Kim, llegó. Ninguno quería que llegara, no querían pelear frente a personas desconocidas, tampoco es como que ansiaran el ver a sus padres, claro que no, lo mejor sería que no los vieran por un buen rato más.

Pero sus patrimonios peligraban en demasía.

Kim Namjoon era un monstruo si se lo proponía, mucho más cuando estaba enojado o irritado. Por eso los hermanos Kim temían por sus empresas, trabajos, conocidos y amigos. Sí, amigos, porque no dudaban el que su padre les ofreciera un buen cheque a sus amigos para que éstos se alejaran de cada Kim.

- Oigan, tengo una idea. - Taehyun llegaba a la sala con una carita de travesura, sus hermanos no lo habían visto con esa aura desde que era un adolescente primerizo.

- ¿Nos pone en peligro o algo así? - Kai se adelantó a preguntar en cuanto vio la cara de su hermano.

Jungwon y Riki miraban todo. Le daban la razón a Kai para preguntar aquello. No querían más piquetes de abejas en sus cuerpos.

- Kai tiene razón, no quiero piquetes de abeja en mis bracitos, aquella vez se me inflamaron mucho y terminé traumado. - Jungwon fingió un escalofrío después de decir aquello.

¿Contexto? Cuando tenían alrededor de diecisiete y ocho años, Taehyun propuso irse a jugar a un lago cerca de la casa de los abuelos, ninguno se negó puesto a que ese día estaba demasiado aburrido, todo terminó mal cuando les dijo que aventarán una piedra a un árbol para que pudieran bajar una pelota que se les había quedado atorada ahí. Jungwon le dio a un panal de abejas, así que; tuvieron que meterse al lago para que las abejas no les picaran más, sin embargo, terminaron todos llenos de piquetes en sus brazos y piernas. He ahí el por qué le cuestionaban todas sus ideas a Taehyun.

- Aish, solamente fue una vez, además, no se murieron. - rodó los ojos, algo ofendido de que sus hermanos no confiaran en él, después de incidente ocurrido hace años.

- Bien, Tae, di la idea que tenías en mente. - pidió Jungkook. - Aún tengo que llevar a Riki al psiquiatra. - informó antes de darle un sorbo a su frappé de oreo.

Riki se puso alerta, no recordaba sobre que su psiquiatra haya dicho que tenían cita con él para ese día, es más, si mal no recuerda, aún no había pasado un mes desde que había tenido la anterior cita.

- ¿Qué tal si rompemos un poquito las reglas de nuestros padres? - propuso. Daba un aura de timidez, pero, por dentro, en verdad que quería ver el mundo arder en la cena.

- Habla aclarando un poco más lo que quieres decir. - Jay, quien no había emitido sonido alguno, hasta ese momento, miró con interés a su hermano. Taehyun sabía que tenía a Jay de su lado, lo podía notar al ver que su hermano se cruzaba de brazos y ponía toda su atención sobre él.
Además, si tenía la atención de Jay, tenía la de Kai (ell mayor creía que Jay era muy cuerdo a la hora de decidir sobre la mayoría de algunas cosas, por ende, confiaba en él con los ojos cerrados), si tenía la de Kai, también tenía la de Jake, de Jake nos vamos a Soobin, de Soobin a Jungwon, de Jungwon a Riki y, si los dos menores le escuchaban y estaban de acuerdo, sus dos hyungs más grandes estaban dentro sin dudarlo.

Sí, los Kim. || BTS, TXT, EN-.Where stories live. Discover now