El rey

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28.

"Henry" cerró  la boca y rechinó los dientes. ¿Qué hacía Ferger ahí? Según recordaba su amistad estaba enterrada.

"¡Ferger! Sí viniste." Dijo Tylercito, feliz.

"No me lo perdería.  Nunca me habías invitado a tu casa antes."

"¿Feger?" Dijo Lemon "¿Usted dos no estaban peleados?"

"¡Bueno! Vamos a comer. Hay mini pizzas." Anunció Tyler, a lo que Stefano soltó una exclamación de emoción y Lemon lo siguió. 

El falso Henry y Ferger se quedaron solos. Momento en que el castaño pregunto:

"Ferger, ustedes dos dejaron de hablarse porque eres un soplón. ¿Qué haces aquí? Tyler te dijo que estabas muerto para él y que jamás le volvieras a hablar."

Ferger se encogió de hombros. No preguntándose por qué él sabía todo aquello.

"Resulta que… ayer le pedí perdón, pensé que Tyler no lo aceptaría… pero acabó disculpándose él conmigo por lo mal que se portó… me sorprendió mucho."

"Pero… pero… ¿por qué querrías venir? ¿No le tienes rencor?"

"La verdad… no. ¿Puedes guardar un secreto?"

Ferger, su característica primaria era su desesperación por atención.

"Hasta la tumba."

"Me gusta… Tyler. Ya sabes, de gustar, gustar. Sé que jamás me dirá que sí. Pero al menos puedo ser su amigo y… últimamente es como si fuera otra persona, no sé, ha cambiado para bien."

"Pero… Ferger. ¿Acaso eres maricon? ¡Lo sabía! Era obvio desde el principio."

"¡Hey! No hablas tan fuerte. No todos lo andan gritando a los cuatro vientos como tú"

"Ohh…" el castaño recordó de pronto en qué cuerpo estaba. "Lo siento. No diré  nada… pero ¿no crees que es triste que él  jamás te prestará atención?"

"Bueno,  lo haga o no, al final somos amigos. Con eso tendré suficiente… además, ya que me fijo… parece un poco inmaduro ahora. Eso lo hace menos lindo pero mas tolerable."

"Si tienes que usar la palabra tolerable para describirlo… mejor no ser ni amigos."

Ferger suspira.

"No tengo ningún otro amigo. Así que… creo que al menos aquí podría hacer un par. ¿No crees?"

Henry se ruborizó. Ferger, hablando con él, no se veían tan soso de pronto.

Las mini pizzas estaban bien. El pelinegro sonrió, la noche iba bien, seguro que el tonto que ucupada su cuerpo ya se estaba retorciendo de indignación. No le costó mucho concluir que la mejor forma castigarlo era combatir el fuego con fuego con fuego. En este caso, ser lo más infantil posible.

Después de los bocadillos, les pidió a todos un momento mientras iba por la consola de video juegos y los controles, le pidió ayuda a Ferger para llevarlo todo y,  de pronto Lemon se asomó a la habitación de Tyler y exclamó:

"¡MIRA TODOS ESTOS PELUCHES"!

El castaño casi se atraganta con la pizza. Escupió en el suelo y corrió a la habitación. Estaba remodelada.

En las paredes había posters de caricaturas que jamás había visto. La cama tenía sábanas, también de caricaturas. Había legos esparcidos por aquí y por allá, ¡él en su vida había jugado con legos! Y también había una cantidad insana de figuras de felpa. Animales, pokemons, digimons, personajes de más caricaturas y películas. Era una colección que debía de costar mucho dinero. Y no dudó en preguntarse ¿cómo coño se había conseguido todo aquello si su enemigo ya no contaba con el genio?

Aparte de eso, había paquetes de pañales de diferentes marcas y diferentes tipos. En un rincón, formaban un trono de paquetes.

Todos los chicos se asomaron a la habitación y se quedaron sorprendidos por lo que vieron.

Lemon gritó:

"¡Me pido el trono!"

Corrió y se tiró sobre la silla armada con paquetes esponjosos. Stefano se rió.

"Oye Lemon, no sabía que te gustaban tanto los pañales."

"¡No es eso. Tonto!" Replicó el chico "es que me gustan los tronos… Me hace sentir… importante… ¿no hay una corona por ahí?"

"Detrás del trono" dijo el pelinegro.

"¡Genial!"

"¡Pero! Es un trono de pañales… así que lo justo es que quien se siente ahí los use también, ¿no crees Lemon?" Comentó Alam a modo de pulla.

"¡Oye! Eso no es cierto… bueno…"

"¿Qué pasa, rey pañal? ¿Ya no te gusta tanto tu trono?"

"Bueno… Es que…." Lemon se veía nervioso, "pues sí me los pongo y soy el rey ¡mis súbditos también deberían!"

"¿Qué diablos está pasando aquí?" Le dijo el castaño al pelinegro en un susurró mientras que los chicos se peleaban por el asunto y argumentaban acaloradamente.

"Me gusta llamarlo mentalidad de manada. Las personas en grupo hacen cosas que no hacen si están solos."

"Estás de broma.  La gente no puede ser tan manipulable."

De pronto oyeron a Lemon gritar:

"Todos en esta habitación se van a poner pañales para que yo sea rey… Digo, para que Tyler no se sienta mal… si, para eso."

"Me parece bien… ¿tu que opinas, Stefano?"

"Si todos lo hacen, yo igual."

"Pues está dicho, todos tomen un pañal y póngaselo"

El falso Henry estaba muy sorprendido. El desenlace de los acontecimientos era ridículo.

"¿Tú también te pondrás uno, verdad, Henry?"

"Enmm… s-sí… por solidaridad… creo."

Le dedicó a su viejo cuerpo una mirada de reproche. Y él que se había creído librado de usar pañales para siempre.

No pasó mucho antes de que todos acabaran usando sólo la parte superior del pijama y los gruesos pañales. Se burlaban los unos de los otros de lo ridículos que se veían, Alam se había puesto dos, uno encima de otro, por diversión. Y Lemon se puso una corona de plástico dorada y una sábana alrededor del cuello. La cola para usar el baño y cambiarse se había llenado de miradas y burlas.

"Tiron, quería preguntarte a qué hora…" la madre de Tyler abrió la puerta y los vio a todos usando aquella pinta… todos la miraron… y ellos los miró… la tensión se respiraba en el aire… y lentamente, sin decir nada, volvió a cerrar la puerta.

Nota:
Proximo capítulo pronto... un día de estos.

El Genio Malvado Where stories live. Discover now