Esa era la más grande cruz que llevaba su alteza real: el rechazo de su mate y el sacrificio de su amigo.

En cambio, para el beta, solo se trataba de negocios y un trato a puertas cerradas. Edward Williams solo le importaba el poder después de la perdida de su mate, y sabía que solo lo obtendría si una de sus hijas tomaba el lugar de luna de América. Selene era la mejor opción, su carácter mostraba ser un alfa o gamma, por ello la envío a entrenamiento cuando cumplió los catorce años, la entrenó personalmente y forjó el carácter necesario en la futura luna; sin embargo, no siempre salía cómo se planeaba. La última prueba de la academia era la transformación, cosa que ella no cumplió. La devolvió a casa con Milena, mientras se enfocaba en sus otros dos hijos, Leonard y Serafina. A su regreso, la muchacha que formó en la academia era completamente diferente a la encontró. Milena derrumbó a la niña que forjó para ser luna y la volvió una mujer débil y sin loba.

Su odio por esa mujer aumentó tanto que lo terminó descargando con su propia hija. Y ese odio solo empeoró cuando Andrew Floyd nombró como luna de América a su mate. Él planeó el atentado contra la luna de América, pero fracasó por la intromisión de Selene. Ayudó a inculparla con el fin de que Andrew ordenará su muerte, lo que llevaría a la tumba su delito, pero al final solo la expulsaron de la manada, por lo cual, él tuvo que tomar la decisión de deshacerse de ella con sus propias manos.

Él asumió que todo había acabado ahí, pero no. Su hijo mayor y alfa de Europa, Leonard, descubrió su participación en el comportamiento del alfa Jeon Junghyun durante el torneo de selección del alfa de Asia, y le ofreció asilo si confesaba su delito al rey alfa. En cambio, Edward le inyectó acónito lila en una proporción alta para silenciarlo.

Sin querer terminó matando a sus dos hijos mayores y Milena había escuchado su confesión y era testigo de ese día en que se enfrentó con Leonard, lo que la motivó a huir y esconderse del beta. Y, desde entonces, tanto el beta como otros alfas conocedores de lo que hacía buscaban incansablemente a la omega con el fin de silenciarla.

A todo eso el rey alfa era desconocedor. Pero eso se terminaría hoy.

Él mataría al rey alfa.

− No te tienes que preocupar por esa perra − dijo con desprecio. El rey hizo una mueca y cuando iba a preguntar, el beta se acercó retirando la mascarilla del respirador − Ella morirá pronto... Igual que tú...

El rey comenzó a sufrir por la falta de oxígeno, su pecho subía y bajaba erraticamente.

«Edward... ¿De qué hablas?»

− ¿Sabes lo que es esto? − preguntó mostrando una inyección con un líquido amarillo − Yo le llamó acónito de primera fase, por su lenta velocidad de acción − camino hasta el suero y lo vacío observando como se mezclaba con el suero − Es lo que has estado recibiendo diariamente en bajas cantidades, pero hoy es la excepción − río bajo − Ésto es un veneno que con la cantidad exacta no mata, pero si se aplica más... − chasqueo la lengua y volvió a reír bajo cuando vió la cara de su alteza − No hace falta decirlo, ¿no?

«¿Por qué?»

− Eso deberías saberlo... Me obligaste a esperar a mi mate y la mataste enviándola a la guerra con Canadá − gruñó − Sabías de Roselyn...

Roselyn Risso era gamma y amiga íntima de ambos hombres. En su juventud, Edward descubrió que ella era su mate. Sin embargo, ella aún no cumplía la edad suficiente para que él pudiera tomarla como suya. Y cuando la tuvo, partió a la guerra que tenían con la manada de Canadá, donde murió después de un mes lidiando en la frontera.

«¡Yo no lo sabía! Aún así no es justificación para lo que estás haciendo... tú...»

Señaló al rubio con su dedo tembloroso, estaba perdiendo la batalla contra el acónito y su pecho comenzó a doler al igual que su cabeza. Quiso aullar pero el veneno lo había paralizado, incluso el mindlink lo había perdido, solo podía escuchar mientras su lobo, ya moribundo, luchaba contra el acónito que corría por su sistema.

Alfa Jeon | Libro #1Where stories live. Discover now