En el año 1998, la ciudad de Raccon City se vio invadida por un virus creado por la Corporación Umbrella. Este virus no era como los demás; cambiaba a la gente, los convertía en monstruos. La ciudad se destruyó el 1 de octubre de ese año, pero las c...
"No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria."
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-¡¿Pero a ti qué coño te pasa?!- exclamó Olivia.
Se había movido unos centímetros antes de que disparase, haciendo que la bala le rozase la mejilla izquierda haciéndole un corte profundo.
-¡Te convertirás en uno de ellos!
-Deja de hacer el ridículo, ¿quieres?- fue hacia ella, quitándole el arma de las manos.
La mujer intentó zafarse, nerviosa.
-Helena, Olivia no se va a transformar- Leon caminó a paso rápido hasta la morena, tomándole el rostro para estudiar el corte. Frunció el ceño al ver la profundidad de este; ella colocó sus manos sobre las del hombre, mirándole a los ojos para calmarle.
-Pero...
-Mira- se separó del castaño, mostrando su herida.- No soy como tú, yo no me voy a infectar.
La miró sorprendida mientras la herida se cerraba de forma acelerada delante de sus narices.
-¿Cómo es posible?- murmuró.
-Es una larga historia, y no hay tiempo, ¿recuerdas?
Asintió, dándole la razón, pero sin quitar la sorpresa de su rostro. Tendió la mano y Olivia le devolvió su arma, dando media vuelta hacia donde había estado.
Resolvió el panel para pasar a la siguiente sala y Leon fue hacia ella.
-No esperaba que lo hiciese- reconoció.
-Ni yo. Joder, me ha disparado- gruñó, cada vez más molesta, limpiándose la sangre de la cara.
Continuaron, pero el ambiente estaba demasiado tenso. Los dos agentes cada vez confiaban menos en Helena, la cual les seguía guiando, también en tensión y algo asustada por la presencia de Olivia.
Abrieron la siguiente puerta con el mismo sistema de números, escuchando tras las otras puertas los gritos de varios infectados y de las bestias que se encontraban detrás de ellas.
Aquello les llevó a una sala completamente vacía en la que solo se encontraba una silla oxidada.
Helena se adelantó, inclinándose.
-Me acuerdo de este lugar. Deborah no andará muy lejos- murmuró.
Los dos agentes se miraron.
-¿"Deborah"?- inquirió Olivia en voz baja.
Leon se encogió de hombros, igual de perdido que ella.
Continuaron por un pasillo en el que se encontraron a un infectado con bata de laboratorio que fue directamente hacia ellos, siendo abatido al instante. Después, llegaron a una puerta que Helena abrió de una patada, corriendo hacia el interior.
