En el año 1998, la ciudad de Raccon City se vio invadida por un virus creado por la Corporación Umbrella. Este virus no era como los demás; cambiaba a la gente, los convertía en monstruos. La ciudad se destruyó el 1 de octubre de ese año, pero las c...
"Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo,haciéndote caer en el error en que yo he caído de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo." Don Quijote de la Mancha.
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Olivia se incorporó, sintiéndose un poco mejor, y libre, pues aquella molestia había desaparecido. Leon, a su espalda, posó las manos sobre sus hombros.
-Pensé que te perdía- murmuró.
La cara de la mujer comenzó a arder y esta asintió, bajando la mirada, pero llevando una de sus manos a las del hombre en una ligera caricia.
-Esto será muy valioso en el futuro- Luis metió esa cosa en el cilindro que había usado Leon con la medicina.- Pero parece que está muerto- se lo acercó al rostro- ¿Cómo es posible?- miró a la mujer, buscando respuestas, pero esta solo se encogió de hombros.
-¿Para qué quieres eso?-le miró escéptico el castaño.
-Bueno, soy investigador- sonreía, pero la mirada que le lanzaba a Olivia era analítica, la estudiaba de arriba abajo- Si vinieras a mi laboratorio...- se acercó unos pasos.
-Ella no es una investigación- Leon, de manera protectora se colocó delante de la mujer, alzando el brazo en su dirección.
-¿Has visto lo que ha hecho? Podría ser la clave para acabar con la plaga.- Hizo un segundo intento por llegar a ella, pero el otro dio un paso al frente, amenazante
-Luis, créeme, puedes analizarme, pero no sacarás respuestas.- Olivia se puso junto a su compañero, mirando al hombre con arrepentimiento.
El español miró a los dos agentes. Olivia se mantenía tensa, pero debido a los nervios; sin embargo, el hombre a su lado parecía listo para atacar si hacía un movimiento en falso.
-Bien- alzó las manos en señal de derrota- Escucharé a la señorita.
-Gracias- murmuró. Le dio una mirada a Leon y posó la mano sobre su antebrazo en señal de calma.- Continuemos.
Él asintió, posando sus ojos sobre los de ella unos segundos para después poner su atención en el moreno.
-Vamos al ascensor- fue el primero en ponerse en marcha, dejando a los dos agentes detrás.
-¿Seguro que estás bien?
-Sí- asintió ella- Es como si me hubiera quitado un peso de encima. Perdón por el espectáculo, no debe haber sido agradable- comenzaron a caminar al trote.
-Estaba más preocupado porque te convirtieras en una de ellos que en lo que estaba viendo- admitió.
-Yo también lo pensaba- dijo sincera- Y estaba a punto de pedirte que me pegaras un tiro en la cabeza.
