No puedes saber la historia de Gus sin antes contarte la historia de Leila y Becky.
Dos chicas que antes del gran colpaso eran grandes amigas hasta que ambas tuvieron que tomar caminos diferentes ante la llegada del virus H5G9. Y era claro que el p...
Ya era de noche cuando llegamos a la entrada de la ciudad de Essex. Habían muchas personas aparte de últimos hombres, todos querían lo mismo, la protección de Abbot.
Habían varios autobuses estacionados donde los soldados estaban parados arriba de estos vigilando que todo estuviera en orden, había un enorme cartel que decía "Malicia de los últimos hombres" lo que daría por derribar ese cartel.
Jordan se acerco a nosotras.
— Creo que no dejan pasar civiles. — Explico.
— Entonces, también vamos a alistarnos. — No quería hacer esto pero era la única forma de salvar a los híbridos.
Comenzamos a caminar a una pequeña tienda donde habían un par de soldados que te daban una hoja para poner tu nombre, cuando llegamos un tipo nos habló y nos acercamos.
— Firmen aquí. — Ordenó viéndonos con cara de pocos amigos.
Griffin y yo firmamos de mala gana, no nos era fácil unirnos aunque sea por un momento a los últimos hombres sabiendo lo que hacen en realidad, a Becky le dio igual y puso su nombre.
Cuando termine note que Jordan escribía su nombre con una gran ilusión en su mirada, se que no era la persona que mejor me agradaba en el mundo pero si sentía un poco de pena por el, no sabía la sentencia de muerte que estaba firmando.
Despues de firmar tomamos un autobús junto con otras personas a las cuales nos llevarían juntos en donde se supone que entrenan a los nuevos reclutas. Griffin y Jordan se sentaron en un asiento mientras que Becky y yo tomamos en el que estaba detrás de ellos.
Comencé a escuchar como Jordan le contaba miles de cosas a Griffin sobre los últimos hombres y como pensaba que seria conocer al general Abbot, ella fingía ponerle mucha atención aunque había veces que se giraba hacia nosotras rogando ayuda.
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Pasamos toda la noche de camino al campamento de nuevos reclutas, Griffin y yo nos turnamos para hacer guardia y saber que camino tomar por si teniamos que volver después.
Nadie se había dado cuenta de que habíamos llegado ya que seguiamos dormidos.
— ¡Llegamos! — Grito un soldado en medio del pasillo.
Yo en medio de asimilar las cosas mire a mis lados para notar a una Becky profundamente dormida la cual estaba recostada en mi hombro, obviamente no había escuchado al soldado gritar, si que tenía sueño pesado.
— Oye, Becca. — Llame, la moví levemente causando que soltara un leve gruñido. — Ya llegamos.
— Ya voy. — Respondió para abrir sus ojos con bastante esfuerzo y levantarse.
Ambas tomamos nuestras mochilas y nos levantamos de los asientos para encontrar a Griffin apoyando su cabeza a la ventana y Jordan durmiendo arriba de Griffin mientras ambos roncaban.
