—¿Por qué no puedo? —Cuestionó ofendida, pero sin mirarlo.
—Es que... tu eres un... ya sabes, un androide.
Roxy se quedó muda, ni siquiera parecía respirar... o no simulaba respirar al menos.
—Auch. —Murmuró girándose hacia él. —Verga...
—Chupas.
—Pendejo.
—Pero... no creo que la federación se moleste si les pides hacer un androide chiquito.
—Nah, no es lo mío. —Murmuró afligida. —Tengo que vivir con lo que soy...-
—¿Sabes que es lo culero? Que si Vexxie no despierta... y nosotros llegamos a morir, nos vas a ver morir, pero tú no podrás... —Richarlyson le pegó. —ya mejor me callo.
—¿Crees que sea mejor si Vexxie despierta?
—Nah, ni la topo.
—Es igual a mi, somos la misma persona.
—No creo que exista otra... —Richarlyson volvió a golpearlo. —¡Ay, niño!
«La estás regando más.»
—Ya pues. —Bufó. —Pero igual creo que aunque sean la misma persona, no habrá otra como tú, siento que las dos podrían tener diferentes personalidades. Pasó lo mismo con las otras androides, ellas tenían diferentes personalidades. Vexxie era como una líder, Dixxie era muy llorona, Trixie era muy risueña, todas son diferentes, tu lo eres. Además, aunque ellas son androides, ninguna tiene una cabeza de Cucurucho que la hace tener emociones genuinas, eh, eh, te chingue el dedo.
—¿Y si ella despierta y piensas que es mejor que yo?
—No lo creo, nadie sería mejor que tú. —Dijo y luego la abrazó.
Roxy sonrió pero comenzó a ganarle el sentimiento y se puso a llorar, siendo consolada por Roier, su hermanito adoptivo.
°°°
—¡Solo debes comportarte!
—¡Me estoy comportando, tu eres el imbécil que se comporta como si fuera la divina caca bañada en oro!
—¡Soy tu esposo, y te aguantas!
—¡Tu no eres mi esposo, no eres nadie más que un imitador!
—¡No soy un imitador! ¡Tu eres la que actúa como loca!
—¿¡Me estás diciendo loca!? ¡Vete al cochino cuerno!
—¡Tal vez no deberíamos estar juntos!
—¡Tu no eres mi esposo, no puedes decidir si Quackity y yo no estamos juntos!
—¡Yo soy Quackity, acéptalo!
—Reconocería a mi esposo en donde sea, y tú no lo eres.
—Y tu no eres la verdadera Vexxie, eres un maldito androide que no sirve para lo que fue creada, debería llamar para que te desconecten.
Eso hirió a Roxy, la hizo sentir una presión en el pecho, y un vacío en el estómago.
Quackity pareció haber notado la reacción de la chica, pero decidió no decir nada, y simplemente se dio la vuelta para irse.
—¿A caso... tu quieres a Vexxie?
—Eso no te interesa.
—Claro que me interesa, por algo estoy preguntando, idiota.
—No hagas preguntas estúpidas entonces.
—¿Sabes algo? Yo tengo el control de Vexxie ahora mismo. —Murmuró mirándolo con molestia. —Tu podrás quererla, podrías hacer que despierte y todas seremos desconectadas... ¿Pero sabes qué? Sus emociones están conectadas a la de nosotras, y yo soy la emoción más fuerte gracias a la máscara de Cucurucho... si yo quiero odiarte, ella lo hará.
—No digas pendejadas.
—Hazme odiarte y ella lo hará, así que no te conviene.
—Eres una maldita.
—Y soporta, pelón.
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