Capítulo 2: Nuevo mundo, nueva vida

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Mi nombre es Liam, un chaval de 16 años fanático de Pokémon, pero nunca pensé que acabaría en un mundo como este.

Bueno, será mejor que vuelva por donde iba, ¿por donde me había quedado...?

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Liam: ¿¡PERO QUE DEMONIOS, SOY UN SCEPTILE!?

Esto no puede estar pasando... No, no, no, no... ¿¡Soy un Pokémon!?

Entrando en pánico revise rápidamente mi cuerpo. ¡Oh Dioses! ¿¡Tengo una cola!? Creo que ya lo dije antes pero... ¡Oh Dioses!

Trate de relajarme haciendo ejercicios de respiración, los cuales me ayudaron bastante y al fin pude analizar mi situación actual. Estoy en el mundo Pokemon, soy un Sceptile y al que molesté fue Arceus, todo normal...

Liam: ¡MOLESTE A ARCEUS! ¡ESTOY MUERTO, ESTOY MUERTO, ESTOY MUERTO! - y... De nuevo entre en pánico mientras agitaba los brazos como si fuera un polluelo a punto de volar. Ay, la vida cuanto me quiere.

Al final opté por acurrucarme debajo de un árbol y ponerme a pensar de lo patética que es mi vida.

Si Arceus me ha reencarnado en el Mundo Pokémon... ¿¡Por que soy un Sceptile y no uno de esos entrenadores guays que ganan las medallas de gimnasio y van a la Liga como en el anime!? A ver, adoro a Sceptile, ¡pero no al punto de ser uno!

Mi vida está acabada... Yo tan sólo quería ir a una buena universidad gracias a mis impecables sobresalientes, vivir una vida tranquila con un buen trabajo... ¡Y ahora va y cualquier idiota me puede capturar con una Pokeball y mandarme a pelear con... Con... Con un Blaziken o algo así!

Liam: ¿¡POR QUÉ MI VIDA ES UN TROZO DE BASURA ANDANTE!? - al final me levanté y comencé a caminar, ¿hacia donde? Ni yo mismo lo sabía.

Solo puedo aceptar mi destino, ser el Pokemon de un entrenador y pelear. ¡Pero si ni siquiera se usar movimientos! Tendré que pensar en entrenar o algo parecido...

Para colmo, sin darme cuenta ya no me quedaba suelo por donde andar. Me refiero a que justamente llegue al borde de un acantilado, y adivinad que... Si, caí.

Liam:

Las semejantes ostias que me pegue no las supera nadie... Al final caí encima de unos arbustos que gracias al cielo amortiguaron mi caida, aunque ya estaba echo basura así que bueno...

Con todas las ganas de morirme me arrastre fuera de los arbustos para levantarme y crujirme la espalda.

Liam: Necesito unas vacaciones...

Pero parece ser que al fin mi suerte iba a cambiar ya que, al echarle un vistazo por donde me hallaba, al fondo de todo el bosque, encontré como una luz... ¡La dichosa salida, al fin, gracias al Padre Cristo!

Medio muerto (puede que esté exagerando) y agotado corri hacia la salida, sin antes plantearme lo que podía encontrarme al final. Y cuando me di cuenta ya era tarde.

De nuevo la luz volvió a cegarme, esto ya se volvió cliché, ¿o soy yo? Al fin parece ser que ya me acostumbre, ya que pude abrir los ojos. Y lo que me encontré, me dejó sin palabras...

Delante mia, una gran ciudad se alzaba donde Pokemon de Tipo Volador sobrevolaban los grandes edificios y... ¿Pokemon entraban y salían sin ningun problema?

Siendo un SceptileWhere stories live. Discover now