01 | 𝗪𝗲'𝗿𝗲 𝗯𝗮𝗰𝗸, 𝗯𝗶𝘁𝗰𝗵𝗲𝘀!

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¡HEMOS VUELTO, CABRONES!

❛𝑾𝒆𝒍𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒆𝒘 𝒂𝒈𝒆, 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒆𝒘 𝒂𝒈𝒆. 𝑾𝒆𝒍𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒆𝒘 𝒂𝒈𝒆, 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒆𝒘 𝒂𝒈𝒆❜



























ACOSTUMBRO A PESAR CON frecuencia en la muerte. Me es imposible resistirme a la curiosidad de qué habrá después, al otro lado, si es que hay. Sería estúpido buscar respuesta en alguien, aunque tampoco tengo la oportunidad. De todas formas, lo averiguaré en menos de veinticuatro horas.

Lo decidieron hace dos días en una reunión del consejo, dentro de doce horas me arrebatarán el oxígeno. En otras palabras, me expulsarán al espacio.

Le llamamos flotar, ya sabes... por flotar por el espacio y eso, supongo. La verdad, no lo tengo tan claro.

En un mundo normal la gente no sería condenada a morir por romperle la nariz a otra —sin importar que sea la de un guardia de alto rango—, pero estamos en el Arca, donde cualquier delito es capital. Para que os hagáis una idea, matar y robar una simple goma de pelo tiene el mismo castigo, flotar.

Peeero, si eres menor —como yo— te encarcelan hasta cumplir la mayoría de edad y revisan tu caso para ver su magnitud. Te flotan o te liberan.

Dos opciones.

Dos futuros.

Y a mi me toca lo primero. ¡Qué suerte la mía!

El último año ha sido un auténtico calvario encerrada en esta estúpida celda. Es un aburrimiento. No hay mucho donde elegir para pasar el rato, la mayoría del tiempo lo empleo en machacarme la cabeza con preguntas —que me tienen harta—. No hay nada en lo que no haya pensado ya. Aunque, normalmente, suelo cambiar el rumbo de mis pensamientos a algo más interesante.

La Tierra.

Hace noventa y siete años que los supervientes de la raza humana se vieron obligados a permanecer en el espacio cuando un apocalipsis nuclear aniquiló ha todo ser vivo e inundó la Tierra de radiación, inhabilitándola. Dichos supervivientes estaban en una de las doce estaciones espaciales cuando las bombas llegaron. El Arca es lo único que queda, una estación formada por otra, y otra, y otra...

Y otra más.

Sé que es un tanto masoquista pensar en algo a lo que me es imposible acceder, pero... bueno, ¿que más tengo? ¿Reventarme la cabeza contra las paredes?

Bajo la cabeza y miro la chapa de mi collar dando vueltas entre mis dedos, la placa de mi padre. Lo echo mucho de menos, de estar con él todos los días a verlo una vez por mes es una mierda. Antes lo veía semana sí, semana no, pero después del incidente de la última clase de supervivencia me restringieron las visitas, como un aislamiento pero no tan bestia. Es bestia igualmente, solo una hora al mes. Me dan una hora al mes para hablar con mi padre.

𝐓𝐑𝐔𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄, 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚𝐦𝐲 𝐛𝐥𝐚𝐤𝐞¹Where stories live. Discover now