CAPÍTULO 34

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Aveces mientras más eternos queremos ser para alguien, más efímeros nos volvemos.

Aveces mientras más eternos queremos ser para alguien, más efímeros nos volvemos

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Kali

Sobrevivir.

Eso es lo que he tratado de hacer desde que tengo uso de razón porque, aunque no haya tenido la necesidad de mi madre en abrirme paso en un mundo machista, me tocó lidiar con el peso de lo que mis sentimientos querían, consecuentemente también de mis errores por la pasión.

Tomo otra bocanada de aire, posiblemente desde que salimos del recinto no he hecho otra cosa que tratar de encajar mis piezas en la cabeza. Todo está demasiado ajustado y si me equivoco ahora, si logro decir algo que no debo y actuar... podría joder todo.

Necesito sacar a Keira de esto y luego estaría dispuesta incluso a prenderme fuego si eso implicaría venganza para los imbéciles de los gemelos.

—Creo que tiene que bajar la velocidad.

Hago lo contrario, acelero y dejo a la camioneta que me acompaña envuelta en una nube de tierra.

—Señora...

—Ya te he oído, pero como ves me ha dado lo mismo lo que crees que tengo que hacer —respondo con la vista al frente.

El hombre suspira exasperado. Sé que pocos me quieren aquí porque represento a más de la mitad de razones por las que crearon su grupo, sin embargo, los jefes me quieren de su lado, necesitan mis nexos... así que les toca aguantarse.

—Se está confundiendo si cree que puede hablarme como si fuese uno de sus perros falderos que le lamen el suelo en el que camina.

Entorno los ojos.

—¿Porqué? ¿No es así?

—Claro que no —responde mordaz acomodándose en el asiento para contemplarme.

Quiero sacarle los ojos.

—Bueno, te veo demasiado cómodo hablándome de usted y moderando tu tono de voz cada que sientes que la alzas demasiado. Eso es respeto.

—O miedo.

—Si ese fuera el caso, estarías utilizando tu arma para defenderte de mis palabras y no acomodándote en el asiento para tratar de entender mis pensamientos como si me conocieras de años.

El tipo es un ex miembro de la marina de guerra y hasta donde pude recolectar información, solo sé que no tiene a nadie más en el mundo que su perro. Está tan solo como furioso con las acciones de mis padres hace dos años con las disposiciones jurídicas, todos aquí tienen motivos totalmente distintos y aunque intento maquillar el asunto fingiendo que son menos... bueno, las células forman órganos.

Es inútil, completamente retrogrado de mi parte querer tapar el sol con un dedo, pero mi necedad puede más y la obligación de mantener el legado de mis padres a salvo, junto con mis deseos de venganza poco a poco están queriendo acabar conmigo.

Herederos © |SANGRE, LUJURIA Y VENGANZA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora