CAPÍTULO 19

2.6K 176 80
                                    

Ni un nuevo inicio le dará un final alterno al dolor de nuestra historia.

Ni un nuevo inicio le dará un final alterno al dolor de nuestra historia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Egan.

No tengo ni puta idea de qué hora sea, pero si de algo estoy seguro es que aún no llegamos a la isla. El barco sigue en movimiento.

Abro los ojos al sentir el vibrar de mi celular bajo la almohada, maldigo mil veces al responsable. Como puedo me giro sin hacer mucho escándalo para que la chica no se despierte. Los pies de Azael están a centímetros de mi rostro y la vista de su cuerpo desnudo justo ahora, podría ser algo realmente que no me molestaría en admirar a diario.

Lamentablemente, ambos somos lo suficientemente obstinados para aceptar lo que eso significa y muy poco valientes para afrontar la lluvia que tocaría afrontar.

Inspiro suavemente revisando el móvil.

Nas envió un mensaje nada alentador para mi hermana mayor. Ese par es demasiado explosivo y aunque me encanten sus shows de dinamita, todo se está comprometiendo. Kali quiere odiarlo, pero mantenerlo cerca y el otro por momentos se le sale por los poros su adoración con enojo.

Apago todo volviéndome. Su cabello rojizo le cae por un costado de su rostro dándome acceso para ver la mitad de sus labios y una parte de su bonita nariz. Tiene la espalda llena de lunares junto a otras manchas amoratadas debido a mis besos.

Se me es inevitable sonreír con orgullo al notar su culo bañado aún en mi semen seco.

La posición me da una vista exacta de su vagina perfectamente depilada con los labios más rojos de lo normal de tanto que los penetré y de vez en cuando que probé.

Cansarme de ella es una idea que no abarco en poco tiempo. Por no mencionar la palabra jamás.

En mi familia cada uno tiene el derecho de escoger su condena, el pecado con el cual desea cargar hasta después de la muerte y yo ya escogí por mucho que dañe sentimientos, nombres o incluso apellidos.

Azael Al Capone Bianchi me pertenece.

Con cuidado, arrastró sus pies a un lado de la cama, me subo sobre ella sin dejarle el peso y aunque suene asqueroso; le muerdo una nalga con mi líquido impregnando en él.

Suspira ronroneando.

—¿Qué mierda tienes por pito? Estoy cansada...

Reparto besos por toda su columna y la volteo a malas. Me niega ver el verde pálido de sus ojos y me molesta, sumergirme en ellos sin quererlo se ha vuelto una jodida adicción que no pienso en mermar.

Con la ayuda de una de mis rodillas le abro las piernas, tomo mi miembro y jugueteo entre sus labios. Se remueve hundiéndome solo la punta, para estar cansada sigue teniéndome ganas.

Sujeto sus caderas sin entrar. Burlarme de nuestra necesidad le enseñará a obedecer y recalcarme que sus lloriqueos no se los da a cualquier idiota porque sabe entonces lo que podría suceder.

Herederos © |SANGRE, LUJURIA Y VENGANZA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora