Mastema I: Alianza de Plata

Capítulo 14 Parte 03: La Fuga

Mis ojos deben estar torciéndose como los ojos locos de un títere.

También había tomado del profano cuerpo, las armas que traía consigo: aquella pistola tan dañina con la que nos atacó, vista de cerca, lucía más como una escopeta pequeña de doble barril, era llamada "DX12 – Punisher", y era un modelo arcaico creado en Ignis, como una pequeña escopeta negra de cañón doble rectangular, una empuñadura rugosa y un cargador doble, lento y muy tosco; además, recogí aquella peculiar arma, similar a un hacha negra de mango largo, con un pico en su otro extremo; y al ponerme el uniforme, aproveché a colocarme la daga oculta con la que apuñaló a Chris, no parecía muy útil pero sí divertida de usar. En mi condición, no puedo desaprovechar ningún recurso, así que debo valerme de lo que poseo para sobrevivir. Si fuera posible, me gustaría conseguir comida, al menos un poco, para restablecer un poco mi Albion.

Dirigí mi atención hacia la primera puerta, siendo esta la más grande, y por lo mismo más evidente de las tres, sin embargo, tan pronto me acerqué me fijé en que evidentemente era de acero y muy gruesa, sin evidentes cerraduras. Intenté empujarla, pero estaba por completo bloqueada, seguramente cerrada desde el otro lado, supongo que no había razón para considerar abrirla desde aquí.

La segunda puerta utilizaba una cerradura eléctrica, implicando que fuera del conjunto de celdas, sí había electricidad. Al examinar los bolsillos del chaleco, encontré una peculiar herramienta que supuse era la llave; un par de extraños aparatos, que me recordaban a enchufes del amplificador de una guitarra eléctrica, conectadas por un pequeño cable, a un artefacto rectangular de unos 5x4cm.

Enchufé los cables intuitivamente, y aquel artefacto rectangular emitió un agudo sonido, que fue acompañado de un siseo gaseoso, que finalmente separó las aberturas de la puerta.

«Entonces esto sí es una llave... Me pregunto cuántas puertas más podré abrir con esto»

Al abrir la compuerta me topé con un oscuro pasillo de solo unos 10mts, que llevaba a otra compuerta sellada, todo el pasillo estaba cubierto por cintas amarillas y carteles de advertencia. Al asomarme hasta el final del pasillo, contemplé a través del transparente cristal reforzado de la puerta, el ecosistema que se formaba del otro lado; enredaderas y un muy alto pasto, difuminados por una densa niebla blanquecina.

«Todas las señales de alerta... No parece la mejor opción»

Regresé por donde vine y volví al conjunto de celdas.

—¿Eres tú, 'Lisha? ¡¿sigues ahí?! —preguntó Chris desde su celda.

—Así es —respondí—. Estoy examinando la zona.

—¿Qué haces aquí? Más te vale que te apresures —replicó Chris con voz rasposa—. De seguro no tardarán en notar que este sujeto no regresó con los demás, y no fuimos muy discretas que digamos, ocultando la sangre... No sé qué haremos si más de ellos vienen.

—Lo sé, lo sé, estoy pensando, yo... —el tiempo jugaba en mi contra y yo estaba dudando y meditando demasiado de nuevo—. Todo estará bien, te protegeré...

—Apresúrate—repitió ella y pronto volvió el silencio.

Soy buena planificando, fui condecorada muchas veces por eso, mi debilidad siempre fue, que no soy tan buena planeando a prisas. Planificar con el tiempo en contra me limita mucho, y reconozco no haberlo practicado demasiado, nunca estuve en una situación que me forzara a hacerlo.

«Odio sentirme como una novata, me siento como si estuviera jugándome la vida en un examen para el cuál no estudié»

Utilicé la llave para abrir la tercera puerta, y afortunadamente, esta también se abrió. Al abrirla de un empujón, mantuve una mano en la funda de mi arma para defenderme en caso de ser necesario.