Mi Primera Vez

Capítulo 11 ♡

El tiempo pareció detenerse mientras nuestros labios se fundían en un beso apasionado en el módulo de la biblioteca. Cada caricia, cada roce, desataba una nueva oleada de emociones en mi interior que nunca antes había sentido. Me dejé llevar por la intensidad del momento, entregándome a esa conexión que surgía entre nosotros.

Paul me tomó entre sus brazos con firmeza pero con delicadeza, y su cercanía me hizo perder la noción del mundo que nos rodeaba. Solo existíamos él y yo, inmersos en una burbuja de deseo y atracción mutua. Era como si todos mis miedos y ansiedades se desvanecieran cuando estaba a su lado, reemplazándolos por una maravillosa sensación de paz. Nuestros besos se volvieron cada vez más intensos y profundos, y la pasión se desbordaba entre nosotros; cada susurro despertaba un fuego ardiente dentro de mí. Estaba descubriendo un nuevo mundo, un mundo de sensaciones y emociones que antes solo había soñado.

A medida que la intensidad del momento aumentaba, sentí su mano acariciar mi espalda y su tacto suave me enviaba escalofríos por todo el cuerpo. Estábamos perdiendo el control, y tanto él como yo lo sabíamos, pero ninguno de los dos quería detenerse. Nos necesitábamos mutuamente, anhelábamos explorar cada rincón de nuestra pasión y deseo.

Mi mente luchaba entre dejarse llevar por el momento y/o tomar precauciones, pero sabía que no podía apresurarme, que necesitaba tiempo para conocerlo más antes de entregarme por completo y Paul pareció leer mis pensamientos pues con un último beso lleno de promesas y deseos, se alejó lentamente de mi, mirándome con una mezcla de pasión y complicidad. Ambos éramos conscientes de que acababa de nacer algo aún más especial entre nosotros, algo que merecía ser cuidado.

-Em... -susurró Paul con voz entrecortada-. No quiero presionarte a nada.

Asentí con la cabeza, compartiendo su deseo de ir paso a paso. Si bien era consciente que tenía que enfrentar mis miedos y superar mis barreras emocionales y esta experiencia con Paul me brindaba una oportunidad para hacerlo, no podía precipitarme a hacerlo.

-Gracias, Paul. Fue lo único que logré decir con la voz en un susurro.

Él sonrió y acarició suavemente mi mejilla.

-No te avergüences de mi, Emma. Quiero que confíes en mí y que sepas que estoy aquí para apoyarte en todo momento.

Aquellas palabras llenaron mi corazón de fortaleza. Sentí que estaba en el lugar correcto y con la persona correcta. Había algo en Paul que me hacía sentir segura y protegida, algo que me permitía ser yo misma sin temor al juicio o rechazo. Decidimos quedarnos en un rincón alejado de la biblioteca a hablar... a hablar de nosotros, por horas. Y a medida que el tiempo pasaba, nos dimos cuenta de que teníamos mucho más en común de lo que imaginábamos. Descubrimos nuestras pasiones compartidas por la música y la literatura. Nos olvidamos del mundo exterior y nos sumergimos en la magia de ese momento.

Aunque el picnic bajo la lluvia había sido interrumpido, nada podía arruinar la conexión especial que habíamos encontrado. Cuando llegó la hora de despedirnos, nos miramos con una mezcla de tristeza y anhelo pues sabíamos que este era el comienzo de algo hermoso.

-Hoy ha sido un día increíble. Gracias por la sorpresa, por todo... -Le dije a Paul con una mezcla de sentimientos en la panza.

-Em,  eres demasiado especial. Gracias a ti.

Nos despedimos con un cálido abrazo y una promesa silenciosa de que esta historia apenas comenzaba. Caminé de regreso a mi residencia con el corazón lleno de emociones y el rostro iluminado por una sonrisa... Tomé mi iPhone en la mano y reproducí "You & I" de One Direction... la empecé a tararear con una sonrisa imborrable. Paul era magia y eso era lo que despertaba en mi. 

Esa noche me acosté pensando que no sabía qué nos depararía el futuro, pero estaba lista para enfrentar cualquier desafío junto a Paul. Aquella tarde de picnic bajo la lluvia había marcado el inicio de una historia llena de amor y crecimiento personal. Estaba decidida a disfrutar cada momento de esa increíble aventura que estaba por venir y dejarme llevar sin miedo de lo que pudiera pasar, o al menos eso creía....

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