—Mejor me junto con algún brasileño, esos se ve que son buenos esposos. Ve al Cellbit, trae bien loquito a Roier.

—Bueno, Feelps puede ser un buen partido.

—¿O con los franceses? ¿Crees que la Baghera se quiera casar conmigo? Ella tiene un huevo.

—Chinga tu madre, vas a matar a la Pomme. —Le dijo Quackity.

—Ay mien, es que yo quiero un huevito. —Hizo un puchero bien feo.

—Buena suerte con eso, yo quería un huevo pero nunca me dejaron tenerlo.

—¿De qué hablan? —Preguntó Roier llegando.

—Que quiero un huevo, y que voy a conquistar a Baghera para que su huevo sea mi huevo.

—Iuuu.

—Eso no, animal.

°°°

—Podemos ver, que detrás de nosotros está el chica pollito y el tipo con pipí en los calzones. —Dijo Roxy, simulando ser una periodista, con Missa frente a ella con una cámara.

—¡Eeehhh, men, no digas eso! —Exclamó Mariana.

—¡Retirada!

°°°

—¿Ya estás grabando? Mirenlos, no se entienden ninguno.

—Ps también pinche Mariana, no sabe ni inglich y quiere conquistar a la francesa.

—Pendejo él.

—¡Dejen de seguirnos! —Exclamó Mariana lanzandoles su pantufla de conejo.

°°°

—¿Creen que la conquiste? —Preguntó Missa.

—Nah, Forever no lo permitirá. —Dijo Quackity.

—¿Por qué no?

—Forever y Baghera son hermanos, y Forever es muy... estricto. —Murmuró Roxy.

—¿¡Son hermanos!?

—¡Cállate!

—¡Salgan de ahí, malditos! ¡Me los voy a chacalear!

—¡Corran!

°°°

—Oye... —Llamó Roxy y Quackity dejó de hacer lo que hacía, para ponerle atención a su esposa, pero sin mirarla. —Wilbur llegará en unos días.

—Oh, genial.

—Quacks, ¿Qué pasa si él llega?

—Bueno, si para entonces Tallulah sigue viva, supongo que irá con ella y vivirán juntos.

—¿Tú... aún lo quieres?

Quackity evitó mirarla. Sonrió nervioso y negó.

—Bueno, es un gran amigo, pero si te refieres a una forma romántica... no lo creo. —Dijo y entonces la miró. —No pensé que tú y yo estaríamos juntos ahora, siendo esposos, pero lo somos. Y tras conocerte mejor, luego de nuestra boda, te puedo asegurar, que eres lo mejor que me ha pasado en este mundo.

Roxy sonrió acercándose hacia él.

—Te quiero, Quacks.

—Y yo a ti, Vexxie...

Al instante, la expresión de Roxy cambió.

Quackity sonrió sabiendo por qué lo hacía.

—No me llames de esa forma.

—¿Por qué no? Si fue así como te presentaste la primera vez.

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