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Deseos. Parte II

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Deseos. Parte II

En cuanto Conor arribo en el aeropuerto llamó a Clay, estaba malditamente impaciente y si no recibía noticias de Alexz en menos de una hora conocerían quien era él.

—¡Hey!

Conor siseo detrás de la línea —¿Dónde está ella?

—¿Dónde carajos estabas tú?, te estuve llamando y no respondías.

—Ahora mismo en el aeropuerto acabe de llegar, ¿dónde mierda está ella?

Clay suspiró —En la clínica ¿no escuchaste mi mensaje?

—Bien, envíame la ubicación estaré allí enseguida.

....

Dominic caminó fuera de la clínica en busca de un taxi, mientras avanzaban sus pasos se sentía aturdido como si estuviera mareado, un poco borracho o drogado tal vez... no quería que la idea que empezaba a emerger en su pensamiento cogiera fuerza, pero cuanto más intentaba sepultarla simplemente volvía a retumbar con más fuerza... extendió su mano para detener algún vehículo y en cuanto se sentó y cerró la puerta lo supo... no volvería a verla. Con la cabeza hundida en sus manos le indicó al conductor hacia donde ir...

Abrumado y extremadamente agotado sintió que el taxi se detuvo —¿Señor? — Le llamó el conductor al ver que Dominic no se movía cuando ya habían llegado a su parada. —¿Se encuentra bien?

Dominic asintió le entrego el dinero y sin mediar palabra abandonó el auto... ingresó al edificio y se anunció.

...

Todos dentro del FBI se preguntaban que iba a pasar con el caso... solo se escuchaban murmullos en los pasillos y posibles nombres que podrían ser alias Demon. Sin embargo, la información estaba siendo tratada con demasiada confidencialidad para evitar alguna sorpresa.

Benford ingresó hablando por teléfono, hubo un silencio sepulcral... Blaze esperaba pacientemente en su oficina junto con Lopson, hasta que vieron a su jefe cerrar la puerta detrás de él y poner la carta sobre el escritorio de Blaze — Es hora.

Lopson vio la mirada de satisfacción de su compañero al desplegar la hoja — No dude que la conseguirías. — Exclamó Blaze.

Benford asintió — Quiero un operativo limpio, lo necesitamos vivo.

— Ya no tiene salida, sus horas en libertada están contadas jefe. — Se mofó Lopson.

Blaze solo asintió.

...

Clay continuaba en la sala de espera, sus pies se movían estrepitosamente exponiendo su ansiedad. Trataba de encontrarle una salida razonable a todo el asunto, pero realmente era casi imposible... él sabía perfectamente que no había manera de alguno saliera sano. Por un lado, estaba él y aunque no podía negar que siempre le sería leal a su jefe era un maldito cabeza dura, seguir empeñándose en continuar con ese negocio que él no necesitaba. Y por otro estaba Alexz, su amiga por la que tenía sentimientos que no podía negar pero que entendía que no serían correspondidos...

—¡Familiares de Alexz Johnson!

Los pensamientos de Clay se desvanecieron para levantarse como un resorte de la silla y buscar de donde lo llamaban —¡Aquí! —alzó la mano indicando su ubicación.

Una enfermera se acercó —Quiero darle un parte de tranquilidad, su familiar se encuentra estable a pesar de que perdió bastante sangre se pudo controlar.

Clay escuchaba atento y solo asentía — Sin embargo, aunque ya suturamos y pusimos analgésicos para aliviar el dolor y evitar posibles infecciones, cuando ella reaccionó se encontraba demasiado alterada y tuvimos que sedarla porque expresaba cosas realmente incomprensibles para el personal médico... así que estará en observación un par de días para ver la evolución, pero como ya le comuniqué, su familiar se encuentra fuera de peligro.

En realidad, si había aliviado un montón los nervios de Clay, —¿y puedo pasar a verla?

La enfermera le sonrió amablemente — Si por su puesto, está en el piso tres, habitación trescientos seis.

— Mil gracias, de verdad.

Antes de subir a verla Clay tomó el celular y le marcó a su jefe... repicó varias veces, pero no hubo respuesta, así que decidió no insistir y optó por llamar a Conor.

— ¿Dónde estás? — Cuestionó en cuanto Conor contestó.

— Estoy llegando ¿paso algo?

— Te espero entonces — Respondió y colgó. No valía la pena hablarlo por teléfono si pronto llegaría.

...

Cuando Grace abrió la puerta se asustó — ¡Dominic! ¿qué paso? ¿estás herido? — Ella se angustió inmediatamente y trataba de buscarle heridas por todo el cuerpo.

Él negó — No es mía, la sangre no es mía.

Ella soltó un suspiro aliviado — ¿Pero qué paso?

Dominic terminó de entrar al apartamento y se sentó de lleno en uno de los muebles — ¿Tienes algo para el dolor de cabeza?

De inmediato Grace ingresó a su cocina para buscarle algo que disipara su dolor, sin embargo, aunque entendió que él no deseaba responder sus preguntas ella no podía simplemente hacerse de la vista gorda y omitir lo que estaba viendo. Mientras servía el vaso de agua lo escuchó hablar en un tono bastante bajo.

—¿Decías algo? — Preguntó.

Él esperó a que ella saliera de la cocina y negó con la cabeza aún con el celular en su oreja, recibió la pastilla que Grace le entregó y se la tomó de inmediato. Preocupada se quedó a esperar que terminará la llamada para volver a interrogarlo.

—Si todos Warren, no quiero ningún rastro de ellos. No dejes copias ni absolutamente nada que pueda afectarla... ¡y no tardes mucho!, Bien, te agradezco. — colgó y le entregó el vaso vacío a Grace, ella solo lo miraba como esperando una respuesta.

Un suspiro profundo emergió de su interior, trato de encontrar las palabras correctas pero la verdad no existía un discurso apropiado o alentador que lo hiciera ver como el bueno de la historia y más con un panorama tan desalentador.

— Es complicado.

Ella se acomodó en el mueble y cruzo sus piernas — Creo que yo puedo intentar determinar qué tan complicado es ¿no crees?, además no soy tan estúpida... llegas cubierto de sangre, un agente del FBI te está buscando y me pides que saque una caja fuerte de tu oficina... creo entender cuando algo es complicado.

Él asintió dándole peso a los puntos que había mencionado, — Tienes razón... es solo que no hay manera fácil de explicarlo y más cuando es un tema que creí jamás tendría que mencionártelo. Era algo en lo que hubiese querido no involucrarte.

— Creo que ese "hubiera" ya no da lugar, así que te escucho.

Justo en ese instante el celular de Dominic empezó a sonar, el desvió la mirada y vio que era Clay... podía imaginar que se trataba de Alexz, y aunque deseaba más que nunca saber noticias suyas, no podía permitir desconectarse de ese momento, necesitaba desahogarse... sacar todo lo que estaba invadiendo su sistema y así de algún modo volver a sentir que era él quien tenía el control. 

...

Recta Final 

Ya muy pronto terminaré de escribir esta historia y cuando lo haga subiré los capítulos de golpe para que no tengan que esperar tanto tiempo. 

Gracias por leerme.

Anggie M.