Pedazos.

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Lo que le estaba confesando realmente le estaba afectando demasiado, hubiese querido no tener que hacerlo... pero realmente estaba en un punto de su vida que no le veía sentido a seguir obligándola a mantenerse a su lado. Además, era probable que con todo y esto ella pudiese recuperar la vida que él se encargó de destruir.

Alexz intentó expulsar todas aquellas verdades, trato de guardar la compostura intentando evitar que le afectara más, pero sencillamente era demasiado... sabía la clase de demonio que tenía por jefe, conocía la vida que llevaba Dominic, pero de allí a procesar que su vida había sido un completo juego para él había una enorme diferencia. — Creí que simplemente era una puta más en tu negocio.

Dominic resopló y comenzó a caminar alrededor de la habitación con la mirada fija en el suelo, pasaba por encima de los pedazos de vidrio de los cuadros y jarrones que Alexz había destrozado momentos atrás. Recupero un poco su aliento y se detuvo para recostarse en la pared en la esquina opuesta de la habitación de donde se encontraba ella. — Siempre tuviste razón, acerca de mí... tengo demasiados demonios con los cuales lidiar, y me ensañe contigo... con tu familia.

— ¿Con mi familia?

...

Ya había amanecido, Blaze y Nael seguían rebuscando toda la evidencia que pudiesen obtener... sin embargo no había más que unas carpetas con documentos de cientos de mujeres, y aquella caja fuerte que encontró uno de los oficiales.

— ¿Por qué no la abres? Cuestionó Nael al ver que Blaze seguía observando la caja sin indicar que hacer con ella.

Benford estaba realmente estresado al enterarse del fallido operativo, sin embargo, confiaba en que sus hombres lograrían averiguar algo que por fin los ayudará a dar con Demon.

— ¡Adelante! — Espetó Blaze dejando que la sacaran del armario para llevarla como evidencia.

Cuando estuvieron en la agencia esperaron con paciencia a que los expertos en cajas fuertes lograran abrirla — ¿No era más sencillo forzarla? Escupió Lopson.

Waller Negó, — No quiero correr riesgos, necesitamos toda la evidencia intacta.

Un agente les informó que estaba hecho — ¿y bien?

Blaze sacó todo lo que contenía la caja, unos cuantos videos, un sobre y algunas fotografías de Alexz — Realmente está obsesionado como lo dijo Owen. — Afirmó Nael observando el nombre de Alexz en las cintas de video.

Mientras Nael organizaba el reproductor para poder ver el contenido de las cintas, Blaze abrió el sobre... no pudo contener su sorpresa y enojo al leer el documento, explotó dándole un fuerte golpe al escritorio — ¿Qué es?

Blaze trago saliva y como si no quisiera decirlo en voz alta empuño sus manos y apretó sus dientes haciendo que su mandíbula doliera — ¿Blaze? — Nael no entendía nada, pero la actitud de su compañero lo estaba poniendo nervioso.

— Están casados. — Dijo entre dientes reprimiendo su ira.

Nael abrió los ojos ante la sorpresa — ¿Qué cosa?

— El hijo de puta logró que sus padres firmaran el permiso cuando Alexz era aún menor de edad.

— Es un maldito enfermo.

Blaze tiro los documentos sobre el escritorio irritado — Debo tomar aire. — Espetó antes de abandonar el lugar.

....

Clay se había recostado en la cama y cerrado los ojos sin dormir, solo quería descansar un poco... se sentía agotado y sus manos dolían... conducir tanto lo había maltratado. Mientras estaba allí empezó a rebobinar todo, esperando que no hubiese dejado cabos sueltos... que sus movimientos hayan sido los correctos... porque, aunque Demon siempre calculaba todo a la perfección, la ausencia de Alexz lo había trastornado tanto que probablemente hubiese olvidado detalles que podrían dejarlo en evidencia y sumado a eso todo el tema del FBI y los hombres de Gautier que los tomó por sorpresa.

» Bajo el ojo del diablo «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora