Capítulo 11

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De haber tenido más tiempo para prepararse y defenderse del ataque de la boca de Ohm, no habría respondido tan apasionadamente, se dijo a sí mismo más tarde.

La boca se le transformó en mil lenguas de fuego tan pronto como entró en contacto con él. El cuerpo empezó a latirle de deseo. Fluke sintió en el cuerpo la fuerza de la erección de Ohm mientras la lengua de él conquistaba la suya. Gimió del placer que le producía tenerle tan fuera de control, tan apasionado a pesar de lo que opinaba de él. Ohm lo besó con loca pasión, recordándole lo que le haría sentir cuando lo penetrara. Y el cuerpo de Fluke se preparó para el asalto mientras Ohm lo conducía al suntuoso salón. Lo tumbó en la alfombra que había a sus pies y empezó a desnudarlo con manos impacientes. Fluke lanzó un grito ahogado cuando Ohm si perder tiempo le cubrió un pezón con la boca y empezó a lamérselo. Él no tardó y entrelazó las piernas con las de Ohm y alzó el cuerpo para sentir más la fuerza de la potencia que tanto deseaba.

Ohm ya no lo amaba,pero él aún podía demostrarle de aquella manera lo mucho que le quería, podía demostrárselo con sus caricias, con el anhelo que mostraba de que él lo poseyera.

Ohm levantó la cabeza de él pecho de Fluke y lo miró a los ojos.

— Dime que me deseas, Fluke — le ordenó Ohm mientras lo tomaba en su mano y empezaba a acariciarlo íntimamente.

— Te deseo...

— Más alto.

— ¡Te deseo!

Un brillo triunfal iluminó los ojos de Ohm.

— Pronuncia mi nombre. Dilo, Fluke, di a quién deseas.

Fluke estaba a punto de sollozar de desesperación mientras los dedos de Ohm encontraron su cálida humedad y continuaban excitándolo.

— Te deseo, Ohm... No sabes cuánto te deseo...

Fluke no soporto más y tembló con el orgasmo derramándose sobre sus vientres. Se sintió liviano y ligero, todo fue felicidad en los brazos de Ohm. Abrió los ojos y se encontró con los de él, sus oscuras profundidades le causaron inseguridad.

— ¿En quién pensabas al alcanzar el éxtasis? — preguntó Ohm.

Fluke frunció el ceño.

— ¿Por qué me preguntas eso?

Ohm le cubrió el pecho con la mano.

— Quiero que sólo pienses en mí, ¿me has entendido? En mí. No en un amor de tu infancia.

Fluke jadeó cuando sus largos dedos entraron en su cuerpo y empezó a moverse dentro mientras le besaba la temblorosa carne desde el pecho a los muslos. Sabía lo que le estaba esperando y se estremeció de anhelo. La primera caricia de la lengua de Ohm le hizo arquear la espalda, la segunda lo hizo aferrarse a él, las siguientes lo dejaron casi sin respiración. Jadeó, se retorció y gritó mientras su cuerpo entero se sacudía con un segundo orgasmo. Apenas se había recuperado cuando Ohm lo penetro y empezó a dar empellones dentro de él acompañado de gruñidos de placer y, una vez más, la llama del deseo se encendió dentro de su cuerpo. Se abrazó a él mientras Ohm volvía a acercarlo a la cima del placer. La boca de Ohm acalló sus gritos de éxtasis. Fluke sintió su cuerpo lleno con la fuerza del orgasmo de él.

Por fin, cuando ambos hubieron recuperado la respiración, Ohm se incorporó ligeramente apoyándose en un codo y se lo quedó mirando.

— ¿Alguna vez Merrick te ha provocado tres orgasmos seguidos?

Fluke cerró los ojos, con el dolor y el sufrimiento lacerándolo profundamente.

— Por favor, Ohm, detente.

Esposo culpable Where stories live. Discover now