Capítulo 10

437 72 2
                                    

— ¿Cómo crees que ha ido? — le preguntó Ohm durante el trayecto de regreso a la casa después de haber dejado a los chicos en el internado.

— Creo que Jamie se lo ha creído porque quiere creerlo. Pero tu sobrino es otra cosa.

— Sí, estoy de acuerdo — Ohm frunció el ceño.— No estoy seguro de que le hayamos convencido.

— Cierto, aunque lo de la segunda luna de miel en París ha sido una idea genial — dijo Fluke con cierto sarcasmo. — Espero que no hablaras en serio.

Se hizo un profundo silencio y, por fin, Fluke volvió la cabeza para mirarle.

— Porque no lo has dicho en serio, ¿verdad?

Ohm lo miró fugazmente.

— He estado pensando en la duración de nuestra reconciliación.

A Fluke le dio un vuelco el corazón.

— No estarás pensando en prolongarla, ¿verdad?

— No, pero me preocupa lo que pueda pasar después de los exámenes.

Fluke se humedeció los labios.

— ¿Qué quieres decir?

— Va a haber una cena de graduación y otro tipo de fiestas, y no quiero estropeárselo a los chicos...

— En ese caso, ¿qué sugieres que hagamos?

— Sugiero que seamos algo flexibles respecto al tiempo que va a durar la reconciliación —respondió Ohm. — No estaría mal posponer lo del divorcio una o dos semanas más.

— ¿Que no estaría mal? ¡Claro que estaría mal!

— Como de costumbre, estás exagerando, Fluke.

— Puede que a ti te dé igual, pero a mí me ha costado mucho mentirles a los chicos. También me cuesta hacerlo con Marietta. No puedo evitar pensar que sospecha algo. Y no quiero imaginar prologar esta farsa más allá de las seis semanas que acordamos.

— Si yo digo que se prolongue, tendrás que aceptarlo — declaró Ohm con autoridad.

Fluke se puso tenso.

— ¿Me estás amenazando?

— Sólo estoy diciendo que vamos a seguir las reglas que yo imponga, nada más.

— Al demonio con tus estúpidas reglas. No voy a permitir que me des órdenes.

— Tendrás que hacerlo, Fluke. De lo contrario, te vas a encontrar en muy mala situación.

— Ni siquiera voy a rebajarme a preguntarte qué quieres decir con eso — dijo Fluke. — No me importa en absoluto.

— Eso es porque estás empeñado en comportarte como un niño mimado en vez de como una persona adulta — dijo Ohm. —Cuando me casé contigo, no tenía idea de lo infantil que eras.

Fluke sabía que a Ohm no le faltaba razón en eso. El coche se detuvo a las puertas de la mansión de Ohm. Él apagó el motor y se giró en su asiento para mirarlo a los ojos.

— Creo que deberías saber que tus padres vinieron a verme hace unos meses cuando todavía estábamos juntos. Tenían problemas económicos.

A Fluke le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

— ¿Y? ¿Qué tiene eso que ver conmigo?

— Todo. Desde entonces, soy yo quien está pagando el colegio de tu hermano.

Fluke tragó saliva.

— ¿Vas a chantajearme con decírselo todo a Jamie si no te obedezco? ¿Caerías tan bajo?

Esposo culpable Where stories live. Discover now