Fanfic Pecados Placenteros

Desconocido 2

Los Morgan no son tan malos despues de todos.

Desconocido

—No me mires asi—Milenka rueda los ojos mientras que pica con intención el plato.

—Joder no ¿puedes comer tranquila?—su risa es bastante amplia y disfruta hacerlo enojar.

Sigo observando a la mujer de ojos azules qué me hipnotiza la naturalidad de sus facciones para decir que el maquillaje no lo necesita... El maquillaje la necesita a ella. me quedo observando demás sus ojos y me sonríe cálidamente que me hace pensar que se sentirá tener una familia.

Los Morgan son orgullosos prejuiciosos, entrometidos... con ínfulas de superioridad pero por primera vez disfruto una cena conociendo cada parte que identifica su esencia.

El ministro encabeza mi lista y es un hombre muy pocas palabras pero veo qué disfruta las pataletas de su hija ya que cada que ella no lo voltea haber... El le sonríe fugazmente. Alex Morgan es un patriarca qué adora a su hijo único y esta orgulloso de lo qué es, Rachel james una mujer excelente madre de familia no deja de sonreír y demostrar el amor que puede trasmitir atreves de su sonrisa deslumbrante.

Owen... La persona con la que eh compartido gran parte de mi carrera militar, compañero de fiesta, estudio comparto todo mi día junto a el bondadoso.

Observo que se quita el parche qué tiene sobre su ojo, ya me acostumbre a su mirada turbia pese que pareciera que la mitad de su ojo tiene un color y la otra otro. Su decoloración de la retina lo hace ver aterrador, su cabello esta empapado de sudor pero aun conserva esa sonrisa.

—Dey—suelto el cuchillo qeu corta el pedazo de carne—¿De donde es tu familia?

Alex me habla y siento que con su voz me hizo miniatura.

—Yo...—hallo las palabras adecuadas—Murieron, Owen lo sabe.

El nombrado acepta y el ministro interviene, cagandome en los pantalones en 1....2.....3..

—Revise tu archivo en el comando y dice que tuvistes un familiar cercano—me dice.

Sus labios están apunto dé hablar cuando su hija se levanta de la cena con el celular en una llamada entrante y se aparta dé el lugar de inmediato llamando la atención dé todos. Nadie dice nada y continua la cena en paz, Rachel de vez en cuando me observaba de reojo y veía cierta familiaridad en sus ojos.

¿La conozco aparte dé otro lugar que no sea el comando?

La cena termina en paz y cada quién se pierde a hacer sus labores me quedó mudo cuándo todos se fueron y me dejaron solo aquí, Owen me pidió un momento que hiba haber qué carajos estaba haciendo su hermana. Cómo toda persona educada qué soy, recojo todos los platos de la mesa dispuesto a llevarlos a la cocina. Cuando la misma mujer de ojos azules me observa desde el umbral de la gran cocina de millonarios.

—¿Sabes algo?—me pregunta —Siento qué te conozco de algún lado.

Palidezco y por una estraña razón también lo siento así. Pero me cayó mis pensamientos y no le respondo.

—Oh no tranquilo no tienes qué ayudarme.—me dice tomando los platos y ignoró su comentario y voy hacia el lugar donde se lavan.

—Eres muy educado —me vuelve a decir. Su tacto cálido me toma de la muñeca

—Gracias—le respondo.

—¿Esa cicatriz?—me pregunta—¿Dónde te la hiciste?

Visualiza mis manos llenas de cicatrices y son momentos que no quiero recordar en mi infancia, se queda examinándome de arriba y abajo y palidezco cuando menciona el apellido qué me pone más nervioso dé lo qué estoy. Una cicatriz se puede ocultar pero las tantas qué predominan en cada parte mi cuerpo imposible.

—No sé de qué hablas no conozco a nadie con ese apellido—le respondo de inmediato y se cruza dé brazos.—La cicatriz solo fue un accidente.

Rachel James se sienta sobre el filo de la mesa de la cocina como una adolescente, tiene ciertos gestos parecidos a su hija.

—Yo tuve un  hijo con ese apellido....

—Dey—Owen aparece por los pasillos y Rachel corta la conversación.—Oh que mal educado soy, mamá lo dejé solo.

—No te preocupes cariño el y yo estábamos hablando de cosas dé el pasado ¿Verdad?

¿Cosas dé el pasado? Palidezco aun más con la idea de que la mujer de ojos azules me descubrio.

Algo se forma en mi estómago recordando muchísimas cosas con la mención dé el pasado trato de tomar la compostura pero no lo hago cuando la mujer de ojos azules sé me acerca al oído cuando Owen se da la vuelta.

—Buonanotte mio biochimico preferito—me planta dos besos en la barbilla como los de una madre a sus hijos.

«Buenas noches mi bioquímico favorito »

Algo se forma en mi estómago y el miedo y el nerviosismo aumenta, y me pierdo por los pasillos junto a su hijo.

[....]

—¿Todo ésto le pertenece a tu padre?—le preguntó y asiente.

—El patrimonio Morgan es muy extenso....

Una tercera voz se suma y de el patio emerge una figura masculina con espalda ancha, y le cálculo un par de años más qué nosotros, sus ojos grises son característicos de ellos ¿Es un Morgan? ¿Hijo de quién, de el ministro?

Owen se va abrazarlo como si tuviera años sin verlo comparten apellido es lo más obvio, me quedo como un bicho raro mientras ambos caminan hacía mí.

—Te presento a un amigo —owen lo llama y el chico me mira de arriba abajo.

—Tienes pinta de Italiano.—me dice en voz baja

Le sonrió

—lo soy.

—Un gusto —se limita a decir pero no me da la mano.

—El es...—interrumpo a Owen con la curiosidad carcomiendo dé saber quién era el chico de cabello oscuro parecido al ministro.

—¿Cómo te llamas?—le pregunto casualmente y sonríe.

Podría decir que la sonrisa era diabólica muy parecida al hombre dé mis pesadillas, retrocedo cuándo menciona su nombre.

—Thomas Morgan—

¿El no murió?

Mi cara es indescriptible al ver no parece un viejo ni nada es un joven... El murió, los Romanov lo asesinaron fue una controversia que estuvo hasta en los periódicos que me tarde día y noche por analizar cuando solo era un pequeño niño con muchas responsabilidades.

—El es el único hijo dé el tío de mi padre—Owen acaba con mi desconcierto.

¿Otro Morgan?

Oh mierda

Rachel esta descubriendo al pequeño mentirosito ups