Milenka Morgan James (1)

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Mentón en alto, espalda recta, mirada altiva y máscara de hielo. Si no saben lo qué sientes, nunca hallarán la manera de como joderte.

Muchas veces Christopher me repetía está frase a lo largo de mi infancia y la tomé en práctica, mientras mantengas tu mentón en alto, nadie sabrá a qué eres débil. Tanto qué la repetía qué decidí seguirla. Mantengo el mentón en alto detallando mis facciones definidas herederas por el gen Morgan.

Mi madre cuenta qué la abuela de Christopher decía qué ninguna mujer era lo suficientemente buena para llevar el apellido Morgan, lastima qué Regina no pudo conocer quien soy en estos momentos.

Reparó los ojos grises qué atraen mis víctimas no tengo los ojos azules  cómo las ninfas pero tengo ese gris caótico qué amenaza con volverte mierda en segundos.

Morgan James

Tengo los apellidos más influyentes dé la entidad judicial más poderosa volviendome tan letal no solo por mis apellidos si no por lo alcanzas y logros qué puedo relucir a mis 18 años. Soy la primera mujer teniente a tan poca edad soy políglota, criminalísta con título de administración militar, francotiradora y recién obtengo mi lazo en contra la trata de blancas.

La trompeta de el comando resuena por mi habitación indicándome qué debo apurarme, me hago una coleta rápida recogiendo mi cabello azabache y salgo trotando por los pasillos encontrándome con Abby linguini.

Su cabello castaño lo tiene por los hombros sus facciones son pequeñas y repingadas y le halló el parecido con el amigo de Christopher. Me sonríe dé saludo y yo suelo la miró.

—Buenos días colega—me dice y asiento y se une con mi trote.

Abby tiene experiencia en el campo tecnológico siguiendo los pasos de sus padre volviendola una teniente en la rama de tecnología. No pará de hablarme que en la noche habrá una fiesta organizada por Harry.

No me agrada tanto la idea dé ir por incómodes qué me embarga saber qué ve a Rachel como una figura familiar y siente cosas por mí. Nuevo mi cabeza en negación.

—Tengo cosas qué hacer no creó ir.

Abby bufa y se me cruza de brazos deteniendo el trote.

—Milenka no todo es el trabajo mujer, no descansas siempre de misiones en misiones deberías tomarte el día de mañana y aprovecharlo totalmente.—ella no entiende mis objetivos y lo que quiero lograr y no quiero explicarle lo qué es tan difícil de entender.

—Callaté ¿Quieres? Eres una ruidosa y hagas lo qué hagas no considerare ir a ésa mierda.

Mientras ellos descansan tengo una mafia respirandome la nuca por el simple echo de ser la hija dé mi padre. Lo único qué herede fue los enemigos de los James y Morgan y yo soy la qué debo encargarme de éso. Antoni pide libras por mi cabeza. Soy tan asediada por la mafia qué hasta cualquier colega puede revelarse y pedir por mí.

Llegó a él patio de entrenamiento y visualizo a Peyton Miller qué está entrenando pelea de cuerpo a cuerpo con otro soldado.  Miro mi reloj de mano falta una hora para la llegada de el ministro.

—Hey Miller —la llamo.

La chica se voltea y barre por los pisos al soldado qué es un cadete el soldado se levanta con una herida en el pómulo y desaparece de nuestra vista.

—¿Quieres pelear con una grande?—le propongo.

Me sonríe en respuesta y me dezhago dé mi chaqueta de gala, qué ministro ni que mierdas. Los soldados no nos quitan la mirada de encima, dejo reposar mi chaqueta contra el muro y quedó en top deportivo y el pantalón.

Fanfic Pecados PlacenterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora