Milenka Morgan James (6)

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Todo fue un caos qué nos tuvieron qué evacuar rápidamente por haber hecho lo qué hize. Nadie se arrepiente, dé mi esperaban lo qué sea pero dé Owen jamás qué se haya prestado para éso y pienso qué el es el que tiene la tarea más difícil.

Fingir lo qué no es, desde muy pequeño Owen obtenía lo qué quería generando calidad en las personas a diferencia qué yo me inponia sobre todo y lograba conseguir lo qué quería. El lo hacía de una forma más maquillada y perfecta, y yo nunca supe hacerlo como el lo hacía, lo mío era o negro o blanco pero gris jamás. Sus preferencias eran distintas a las mías pese a ser callado de igual forma veía interés de su parte a lo que yo hacía si yo pintaba el segundos después lo hacía. Si el era callada en algunos momentos yo lo seguía.

Éramos como dos parásitos qué se complementaban y le dejaban ver a las demás personas en su entorno qué eran los opuestos.

Owen Morgan fue todo menos inocente y yo muchos menos fui allá sin conseguir mi objetivo.

¿Están seguros qué quieren escuchar lo que realmente paso?

Creo qué atravez de este relato debo decirle qué les menti desde un principio, soy mentirosa ¿Hubo algo malo en serlo? Pues no, empezaré diciéndoles qué Owen desde un principio estuvo apoyándome en todo. Desde qué empeze a textearme con Damon porque si señores yo ya conocía a Damon Mascherano.

Decí contactarme con el cuándo tenía 15 años utilize una red privada y lleve a acabo conversaciones con el hijo del el líder. Llegó un momento qué me pidió conocernos y qué lleve a cabo meses después, me escabulli en una mision y tuve la oportunidad de interactuar con él, y después todo esté tiempo estuve en silencio esperando el momento dé qué el me entregara lo qué me pertenece.

¿Qué creían qué había en esa maleta realmente? No era ninguna cura para Owen, digo eso lo llevaría a cabo después de posiconarme cómo la Dama dé la mafia.

—Signorina Morgan—sonrió por inercia al escuchar el delicado acento italiano qué me atiende—Mi padre tuvo la oportunidad de tener a una bella ninfa qué lo hechizó y debo confesar qué sigue con su delirio. ¿Usted me permitiría caer en su maldición? Necesito tener mi ninfa dé ojos grises.

—Damon —lo pronunció con delicadeza —Temo qué la entrega dé la jadeita no funcionó.

—Mi signorina perdone los inconvenientes, puedo prometerle qué no volverá a pasar.

Hago un pausa tratando de buscar palabras adecuadas.

—¿Entonces....?

—Permitame hacerle la entrega personalmente, una ve qué tú y yo estemos arriba nadie podrá con nosotros.

—Exelente espero tu visita vestire dé blanco por la tregua qué llevaremos a acabo.

No fuimos víctimas de la mafia Italiana, y nunca Owen ni yo seremos víctimas dé algo. Nisiquiera el disparó de papá lo fué, todo fue pensado y sopesado alguien intentaria matarme y sabía qué si el estuviera cerca arriesgaría todo por mí.

Christopher Morgan no es un mal padre apesar de el mal genio qué se carga, sentí qué todo se me salía de las manos cuando lo tuve en mi pecho con el disparó. Me gusta joderle la paciencia con mi actitud aunque se qué en el fondo le sastisface y le llena de ira no saber cómo lidiar con alguien que es idéntico a él. Sabía qué Christopher no me dejaría ir a esa misión de Italia y preferí armar un teatro consternada y indignada. Sabía qué hiba a desaparecer y necesitaba qué sospechara de mi repentina partida.

Owen estuvo planeado, Amélie también estuvo planeando.

—¿Sólo te dijo éso?—se consterna.

—Calma—le sonrió —Todo fué un éxito aunque deberías hacer algo tú, ya la gente té está dejando dé ver cómo el buen samaritano Morgan.

Fanfic Pecados PlacenterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora