Una aguja en un pajar

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Salió despedido por la puerta principal, se subió a su automóvil y decidió ir primero a la comisaría, si había una posibilidad de que Yoongi estuviese vivo lo más probable sería que estuviese su nombre en la lista que la policía había hecho con las personas que sufrieron el accidente de avión.

-¿Doctor qué lo trae por aquí?-

-Hola jefe, necesito información.
El día del accidente dos amigos venían en el vuelo, uno de ellos, el señor Kim, está en mi clínica, el otro nunca llegó. ¿Será posible que este en otro lugar aquí en la isla y usted lo tenga anotado en la lista de los sobrevivientes?- los nervios recorrían su cuerpo mientras hablaba y la ansiedad tampoco ayudaba.

-Bueno, si es un sobreviviente seguro está en la lista, si no es así...

-Lo entiendo- interrumpió.

El hombre tomó la carpeta donde se encontraban anotados todas las personas que se habían salvado luego del accidente, se detuvo en la primera hoja y miró al doctor.

-Min Yoongi- dijo suavemente esperando hallar ahí un milagro

-Veamos-
Comenzó a leer cada nombre, repasando cada letra, tomándose el tiempo necesario. Al cabo de un rato negó lentamente.
-Lo siento doc, pero ese nombre no aparece-

Jimin mordió su labio inferior y sus ojos se aguaron. Intentó tomar aire para recomponerse y agradeció al hombre por tomarse el tiempo de ayudarlo.
Salió de la estación de policía con un nudo en el pecho
¿Qué haría ahora?
¿Dónde debía seguir buscando?
¿Debía realmente seguir buscando?. Todas sus preguntas tenían una sola respuesta.
No te rindas, él está en algún lado y está vivo.

 No te rindas, él está en algún lado y está vivo

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Lloró sobre el volante de su automóvil, no quería pensar en la única opción que tenía. Sin pensarlo más se puso en marcha. Si quería encontrar a Yoongi tenía que ir al lugar que preferiría no ir.

El hombre serio con su bata blanca le dio la bienvenida.
-Doctor Park, ¿en qué puedo ayudarlo?-

Explicó lo que necesitaba, el hombre solo asintió y le pidió que lo siguiera.

Entraron a la amplia habitación.
El ambiente como era de esperar estaba helado, Jimin se abrazó a sí mismo como un acto reflejo.
Caminaron por el pasillo que estaba rodeado por camillas de ambos lados. Las sábanas blancas cubrían cualquier escena.

-Debo decirle que lamentablemente no se han encontrado demasiados cuerpos ya que el rescate en el mar aún se está llevando a cabo, pero los que no han sido reclamados por algún familiar están aquí.

Jimin miró cada camilla y tembló, no tanto por el frío, sino más bien por descubrir si Yoongi estaba o no en esa morgue.

El perito comenzó a destapar los cuerpos fríos y sin vida que aún quedaban del accidente aéreo.

El cantar de las avesWhere stories live. Discover now