Park Jimin, un joven médico que en medio de una crisis existencial decidió alistarse en el ejército para aportar su ayuda humanitaria. ¿El problema? ser un omega, cosa que no era aceptado en ese ambiente.
Min Yoongi, un serio e intimidante alfa, Co...
El sonido de los vehículos acercándose lo hicieron salir de su ensoñación. No sabía en qué momento exacto había sucedido pero ambos se habían quedado dormidos. Sus cuerpos enredados de tal manera que no se sabía dónde comenzaba uno y donde terminaba el otro. Sonrió al ver el rostro adormilado del Coronel, sin dudarlo se acercó a él, deteniéndose antes de hacer lo que había pensado hacer. Yoongi entendió la duda ajena y automáticamente tomó su mano y lo acercó a su cuerpo, dejando un dulce y apasionado beso.
-Hacía mucho tiempo no dormía tan bien, gracias- suspiró después de hablar y volvió a besarlo.
Jimin no pudo evitar sonreír y cualquier rastro de arrepentimiento se había borrado con solo escuchar al otro. -También dormí bien- respondió bajito sin dejar de sonreír.
-Debo ir a ver quién viene- avisó mientras acariciaba suavemente el rostro del médico.
-Entiendo- dijo Jimin intentando alejarse para darle paso.
Yoongi lo volvió a acercar a su cuerpo, mordió el labio inferior del omega y habló. -Promete que no te volverás un extraño- pidió mientras apoyaba su frente sobre la frente ajena.
-Lo prometo- lanzó en un hilo - Ahora ve-
Yoongi sonrió y antes de salir volvió a hablar. -Tenemos mucho de que hablar omega- soltó haciendo que Jimin se tensara al instante. Se acomodó su uniforme que estaba algo arrugado y caminó hasta el primer camión que apareció en su visión.
Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.
El Mayor Kim saltó de la cabina y lo apretó en un desesperado abrazo. -¡Hijo de puta! Te creía muerto- exclamó y lo volvió a abrazar.
-También me alegra verte- respondió correspondiendo el abrazo.
Yoongi vio los camiones que se acercaban al lugar y sonrió satisfecho. Sabía que con las tropas que traía el Mayor Kim sería mucho más fácil enfrentar al enemigo.
-¿Qué pasó?- la voz de su amigo lo hizo voltear para volver a verlo.
-Nos atacaron en el viejo hospital, fue durante la noche, creo que confié en la tranquilidad de una falsa tregua. Muchos de mis soldados no lo lograron y los que quedan están gravemente heridos, muertos de hambre y débiles- confesó con algo de pena.
-Tranquilo, ya estamos aquí, nos ocuparemos de esas mierdas. Deberías ir al campamento con tus hombres, yo me haré cargo. También traje al enfermero Kim, supongo que el doctor se merece un descanso- el Mayor hablaba mientras veía al joven Park caminar hacia la tienda de los heridos y conversar con Seokjin.
-Todos se irán al campamento, pero yo no lo haré, sabes muy bien que no voy a abandonar ahora.
-Lo sé, pero deberías descansar un poco- aclaró mirándolo.
