Mi hogar

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Fue el verano que fui a la playa por primera vez. Yo era una adolescente entonces y no me sentía feliz. El motivo era que me ahogaba mi monótona existencia en la ciudad. Sin embargo, en cuanto vi la playa, en cuanto pisé la cálida arena y dejé que las olas acariciasen mis pies, deseé surcar en barco los mares y vivir mil aventuras. No imaginé que mi sueño ser haría realidad.

Todo ocurrió muy rápido. Mis padres conocieron al capitán de un barco y este nos invitó a navegar con él durante tres meses. Mi existencia se llenó de significado, un significado que giraba en torno al mar y a todos los seres que vivían en él. Y, a partir de entonces, nos ocurrieron cosas extraordinarias: Sobrevivimos a una terrible tormenta en altamar, avistamos ballenas, delfines y belugas, conocimos islas remotas y aprendí a bucear.

Transcurridos esos tres meses mis padres y yo tuvimos que regresar a la ciudad. Pero yo ya no era la misma, no era la misma joven que creía que vivir en la ciudad era su única posibilidad. ¿Qué ocurrió después? Qué lo dejé todo para regresar al barco del capitán y seguir navegando toda mi vida. El mar ha sido, es y siempre será mi hogar.

RETO: Escribe un relato inspirado en el fragmento de un libro que te guste e imitando su estructura. Para escribir la historia que acabas de leer me basé en el primer párrafo de El Palacio de la Luna de Paul Auster. 

IridiscenciasWhere stories live. Discover now