25. Martina

1.2K 250 57
                                    

Cuando desperté, lo encontré en la cocina preparando el desayuno, tenía ojeras y parecía no haber dormido bien

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando desperté, lo encontré en la cocina preparando el desayuno, tenía ojeras y parecía no haber dormido bien.

—Hola —saludó cuando me vio.

—Hola... ¿Has dormido bien?

—No... —respondió—. ¿Tú?

—Creo que sí —dije y me encogí de hombros—. Asumo que sacar todo eso me hizo bien...

Me sirvió el café y se sentó conmigo, me miraba fijo como si quisiera decirme algo, pero no encontrara las palabras.

Durante la noche había pensado que había sido muy dura con él, que no tenía mucho sentido la forma en que reaccioné, pero cuando me hizo la pregunta me sentí invadida. Odiaba cuando me sentía tonta, y responderle con la verdad fue mi manera de evitarlo, por lo que me escudé en el pasado para poder distraerlo, sin darme cuenta de que aquel no era un buen camino, lo había hecho sentir culpable y no estaba bien, porque él había sido siempre el único que nunca se había burlado de mí.

—Lo siento —dijo sacándome de mis pensamientos—. Siento el daño que te hicimos en el pasado...

—Tú no...

—Yo también porque no fui lo suficientemente hombre para defenderte... Aquel día te escondí.

—Lo sé, lo comprendía... lo comprendo...

—No, no debes aceptar eso, Martina. Nunca más, debes prometérmelo. No puedes aceptar que nadie se avergüence de ti, que quiera esconderte o que se burle... no puedes, no debes... —respondió con énfasis y hasta casi golpeó la mesa.

Sonreí.

—En eso estoy... no es fácil...

Nos quedamos en silencio hasta que me animé a hablar. Lo veía mal y no me gustaba que se sintiera culpable.

—No te culpo, Adri... eres el único que nunca me ha fallado...

Me miró y asintió.

—Déjame contarte más —susurré—. Me da vergüenza, pero se supone que los amigos se confían sus secretos, ¿no?

Él asintió.

—Las cosas con Juanjo iban bien en el inicio, pero con el tiempo y mis cambios de peso él fue perdiendo el interés, aun así, nos llevábamos bien. Teníamos nuestras épocas más activas, que siempre coincidían con mis mejores épocas físicas... yo pensaba que eso era normal.

—Dios —dijo tapándose la cara.

—Él decía que no le gustaba el sexo oral, que nunca le había gustado, que había tenido malas experiencias. Yo nunca supe si eso era real o solo no quería hacerlo conmigo, debes comprender que como era y soy insegura, tendía a pensar que era solo conmigo... pero cuando lo hablé con Merce, ella me dijo que había chicos a los que no les gustaba. Asumí que no me perdía de gran cosa y que podíamos hacer otras...

Una chica como yoWhere stories live. Discover now